ORÍGEN Y PRIMEROS AÑOS DE LA AGRUPACIÓN SOCIALISTA DE MANZANARES
Antonio Bermúdez García-Moreno
Siete años más tarde, el 2 de mayo de 1879, se fundó en el restaurante “Casa Labra” de Madrid el Partido Socialista Obrero Español por un grupo de trabajadores manuales e intelectuales liderados por el tipógrafo ferrolano Pablo Iglesias Posse. Nació con la pretensión de alcanzar cotas de poder político desde donde defender a la clase obrera frente a la desprotección social y la inhumana explotación que padecían en España los trabajadores de todos los sectores productivos. Estaba inspirado en la filosofía marxista, basada en la lucha de clases, y se sumó inmediatamente a la II Internacional a fin de coordinar sus actividades con otros partidos socialistas y laboristas de Europa.
Las relaciones laborales se entendían entonces como una enconada lucha, donde la patronal, considerada como la clase explotadora, era el enemigo a batir. La fuerza del partido habría de sustentarse en las masas obreras organizadas en asociaciones gremiales, esgrimiendo la huelga y la solidaridad como sus principales armas. Ese mismo año Iglesias fundó la Unión General de Trabajadores con la idea de atraer al proletariado hacia las ideas marxistas y dotarse de unas bases amplias en las que sustentar sus aspiraciones políticas. Sus objetivos inmediatos pasaban por reducir las agotadoras jornadas laborales, garantizar el descanso dominical, elevar los salarios de hambre y mejorar las condiciones generales de trabajo, especialmente en el caso de mujeres y menores de edad.
En las elecciones municipales de 1903 el PSOE logró hacerse con su primera alcaldía cuando José Herrero Fernández fue nombrado presidente de la corporación del pequeño pueblo de Urones de Castroponce (Valladolid). La entrada en las Cortes no se produjo hasta 1910, consiguiendo Pablo Iglesias su acta de diputado gracias a los votos de la coalición republicano-socialista.
En Manzanares fueron los anarcosindicalistas los pioneros en las luchas obreras. Sus planteamientos radicales tuvieron gran aceptación entre los trabajadores de la tierra más vulnerables y peor tratados: los jornaleros. No obstante, desde principios del siglo XX hubo ya en el pueblo simpatizantes de las ideas que propagaba Pablo Iglesias. El socialismo se extendió a través de las organizaciones gremiales adscritas a la Institución Republicana de Enseñanza de la Agricultura fundada en enero de 1912 (conocida más tarde como Casa del Pueblo). En la primavera de ese mismo año se constituyó la Sociedad de Obreros Toneleros y unos meses más tarde las de Panaderos, Ferroviarios y Albañiles. Los afiliados utilizaban la fuerza de la unión para reivindicar mejoras en sus condiciones de trabajo, pero descartaban la línea violenta y revolucionaria defendida por los anarcosindicalistas.
La explotación laboral en zonas agrícolas como La Mancha no derivaba de la Revolución Industrial. Había sido una constante durante siglos y formaba parte de un arraigado costumbrismo donde lo normal era trabajar de sol a sol en los campos y jornadas de diez a doce horas en la industria o el comercio. A cambio se percibían salarios de hambre que no bastaban para satisfacer las necesidades básicas de las familias incluso trabajando varios miembros de las mismas. Dado que los campesinos solo descansaban los domingos y fiestas religiosas, peluqueros, sastres, zapateros, herreros, guarnicioneros y tenderos se veían obligados a trabajar esos días para satisfacer las necesidades de los trabajadores agrícolas. Durante las campañas de siega o vendimia la dureza del trabajo se multiplicaba y las jornadas se hacían interminables.
En el sector agrario se padecía un cíclico paro estacional sin que existiera ningún tipo de cobertura compensatoria. Ante la falta de ayudas sociales quedar en paro significaba la miseria y el hambre si los ayuntamientos no daban trabajo en obras públicas. Lo mismo ocurría en caso de enfermedad, incapacidad o vejez. Para los trabajadores por cuenta ajena no existía el concepto de ocio y menos el de vacaciones pagadas. Simplemente si no se trabajaba no se cobraba. Tampoco contaban con seguro de enfermedad ni había pensiones de jubilación. Cualquier contingencia o accidente suponía caer en un profundo abismo y pasar a depender de la caridad pública.
La clausura del Centro Obrero anarquista, ordenada por el Gobierno Civil tras la huelga sangrienta de 1916, potenció las organizaciones de trabajadores adscritas a la Casa del Pueblo. Desde ese momento algunos seguidores del ideario marxista trabajaron para organizar la agrupación del Partido Socialista en Manzanares. Sus esfuerzos se vieron coronados por el éxito, pues, aunque de forma embrionaria, funciona ya en 1917. Prueba de ello fue la elección como concejales de Cayetano López de Pablo García-Núñez, de la Asociación de Albañiles, y de Lorenzo Marín Campos, presidente de la Asociación de Obreros Panaderos. (1) Ambos representaban a la Casa del Pueblo y formaron parte de los ayuntamientos presididos por Bernardino Torres González y Jesús García-Noblejas Quevedo. (1B)
La agrupación de Manzanares tampoco llegó a consolidarse y causó baja poco después por falta de abono de cuotas. En cambio las asociaciones gremiales no paraban de crecer, quedando formalmente organizada la Federación Local de Trabajadores el 6 de mayo de 1921. (3)
A pesar de no estar federados, los militantes socialistas se consideraron con fuerza suficiente para presentarse a las elecciones municipales de 1922 desligados de los republicanos. Ello provocó gran preocupación entre la burguesía, de modo que liberales, conservadores, e incluso ciertos sectores del republicanismo, se coaligaron para evitar que los seguidores de Pablo Iglesias pudieran tener representación en el ayuntamiento. Los socialistas presentaron candidatos en los cuatro distritos, pero en todos fueron derrotados. Entre los aspirantes a concejales en aquella primera contienda electoral estaban: Cayetano López de Pablo García-Núñez, Pedro Gallego Sánchez-Gil, Lorenzo Camacho Lozano, Diego Gallego Collado, Vicente Moraleda Sosa y Luis Muñoz. (4)
El terror de las clases altas al marxismo y al comunismo derivaba de la situación de guerra civil que se estaba viviendo en Rusia. La abolición de clases, la persecución de la iglesia y la dictadura del proletariado constituían una amenaza constante ante la posibilidad de que la revolución bolchevique se extendiera por el resto de Europa. En estos años, pertenecer a alguna sociedad obrera o estar afiliado al PSOE podía significar la marginación social y laboral, siendo habituales las amenazas de despido hacia los militantes o simples lectores del periódico El Socialista. Ello explica que entre los dirigentes de la Casa del Pueblo y del partido abundasen los industriales autónomos, artesanos o pequeños propietarios; personas que por su relativa independencia económica eran menos vulnerables a las presiones de empresarios y terratenientes.
Destacados militantes socialistas como Pedro Gallego, Cayetano López de Pablo, Bernardo Sánchez de la Serrana y Juan Valle formaron parte de la Junta Local de Reformas Sociales, reactivada en febrero de 1923 por el alcalde conservador Máximo González-Nicolás. Por primera vez se pusieron los medios para obligar a la patronal a cumplir la legislación vigente en cuanto a descanso dominical, jornada de ocho horas y abono de cuotas del retiro obrero. A tal fin se establecieron comisiones mixtas de inspección de empresas y se impusieron sanciones a los contraventores de las leyes. Tal situación apenas duró unos pocos meses pues tras el pronunciamiento de Primo de Rivera la patronal volvió a incumplir descaradamente lo legislado. Los alcaldes del Directorio dificultaron cuanto pudieron el funcionamiento de la Junta dejando de abonar las dietas a sus miembros, no convocando las reuniones habituales y dejando sin efecto las sanciones aplicadas a terratenientes e industriales. (5)
AGRUPACIÓN SOCIALISTA DE MANZANARES
Vicente Moraleda Sosa, primer presidente local del PSOE
En 1925 se produjo la primera renovación del comité ejecutivo con cierto matiz de renovación generacional. El nuevo presidente, Pedro Gallego Sánchez-Gil, era un hombre joven, con fuerte personalidad y gran capacidad organizativa. (7)
Pedro Gallego Sánchez-Gil
El 9 de diciembre de 1925 fallecía en Madrid Pablo Iglesias, conocido cariñosamente por los obreros como “El Abuelo”. El PSOE manzanareño envió una comisión para asistir al sepelio y presentar sus respetos al líder desaparecido. Estaba encabezada por Pedro Gallego a quien acompañaban Juan Valle Carrasco, Tomás González-Nicolás, Antonio Montes, Antonio Luna, Simón Nieto-Sandoval, Ramón Gallego Fernández-Pacheco y Manuel García-Pozuelo Serrano. (8)
La agrupación socialista de Manzanares estuvo representada en el Congreso Extraordinario celebrado en Madrid en octubre de 1927, durante el que se produjo la escisión que daría lugar al Partido Comunista de España y en la que se decidió romper lazos con la dictadura de Primo de Rivera al rechazar los escaños del parlamento que se le ofrecieron. Asimismo participó en el Congreso Extraordinario celebrado en Madrid en julio de 1931 donde el partido definió su posición política respecto al nuevo modelo de Estado que supuso la proclamación de la II República. También participó en el Congreso Constituyente de la Federación Provincial de Ciudad Real que tuvo lugar en agosto de 1932 tras fracasar el intento de 1920. (9)
Con Dámaso Berenguer al frente del gobierno se produjo otra renovación en la agrupación local volviendo a ocupar la presidencia Vicente Moraleda. (10)
Las corruptelas de los tiempos de la monarquía, los abusos caciquiles y el incumplimiento sistemático de las leyes sociales por parte de la patronal habían generado demasiada frustración e ira entre las clases humildes. Existía en grandes sectores de la sociedad una necesidad imperiosa de cambio en las relaciones de poder y el nuevo régimen abría puertas a la esperanza. El pueblo llano, pletórico de ilusión, se movilizó para lograr que los candidatos socialistas y republicanos de izquierda ocuparan puestos claves en el gobierno y legislaran por fin a favor de los más desfavorecidos. El resto es historia conocida.
De los dos representantes de la Casa del Pueblo en la Corporación Municipal, Cayetano López de Pablo García-Núñez fue elegido democráticamente en el segundo distrito mientras que Lorenzo Marín Campos fue designado por acuerdo entre partidos en el primer distrito donde no se votó.
2.- Periódico El Socialista correspondiente al 8 de junio de 1920. Madrid.
3.- MARTÍN NÁJERA, Aurelio. Partido Socialista Obrero Español. Fundación Pablo Iglesias. Año 2010.
4.- BERMÚDEZ GARCÍA-MORENO, Antonio. Manzanares bajo el reinado de Alfonso XIII. Versión digital año 2008 revisada en 2021. Página 72.
https://drive.google.com/file/d/199oimgvJVYtJafUxiu2_cQS9u3e7Gc7b/view
5.- Máximo González-Nicolás se identificaba plenamente con las ideas de Maura en cuanto a la necesidad de hacer una revolución moderada desde arriba para evitar que la impusieran los de abajo. Fiel a esa doctrina, durante su alcaldía reactivó la Junta Local de Reformas Sociales que llevaba dieciséis años sin funcionar. Reconoció a las organizaciones de la Casa del Pueblo su papel como representantes de la clase trabajadora y permitió que cuatro destacados militantes del PSOE se incorporaran como vocales.
6.- Periódico El Socialista correspondiente al 18 de marzo de 1924, página 2.
7.- Periódico El Socialista correspondiente al 30 de marzo de 1925.
8.- Periódico El Socialista correspondiente al 12 de diciembre de 1925.
9.- MARTÍN NÁJERA, Aurelio. Partido Socialista Obrero Español. Fundación Pablo Iglesias. Año 2010.
10.- Periódico El Socialista correspondiente al 13 de febrero de 1930.
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