En siglos pasados posiblemente existiría en Manzanares algún sistema de antorchas o candiles estratégicamente situados a la entrada de edificios públicos, castillo y casas de personas principales, que mantenían a nivel particular para procurarse una mínima iluminación durante la noche.
Pero fue el año 1834 cuando la reina regente, María
Cristina de Borbón Dos Sicilias, viuda de Fernando VII, decretaba por razones
de seguridad, en nombre de su hija Isabel II, la instalación obligatoria de
alumbrado público nocturno, y vigilancia con serenos, en aquellas capitales de provincia
que todavía no lo tuvieran, todo ello con cargo a los presupuestos municipales.
Aunque de momento no se extendía la obligatoriedad a las demás ciudades, villas
y lugares del reino, se les animaba a seguir el ejemplo de forma voluntaria,
para hacer partícipes al resto de los ciudadanos de las benéficas intenciones
que aquellas reales disposiciones perseguían. (1)
María Cristina de Borbón Dos Sicilias, sobrina y cuarta esposa de Fernando VII. Regente entre 1833 y 1840 |
En el artículo segundo del decreto se establecían al
menos seis horas de iluminación durante los meses de octubre a marzo y cuatro
horas en los meses de primavera y verano por ser más las horas de luz solar. Se
dejaba al criterio de las autoridades locales aumentar o no las horas de
iluminación y establecer el número de faroles necesarios en virtud de la
extensión del casco urbano.
En cuanto a los serenos, debían iniciar su actividad
a las diez de la noche y prolongarla hasta el amanecer. Además del farol
portátil, disponían para su defensa de una pequeña lanza o “chuzo” y de un pito
para dar la alarma en caso de robo o incendio.
A causa del precario estado de sus finanzas,
Manzanares tardaría aún 29 años en establecer en sus calles y plazas un sistema
de alumbrado público mediante faroles cubiertos, que no se apagaban aunque
hiciera tiempo desapacible con viento o lluvia, alimentados con aceites vegetales
de baja calidad.
El
1 de agosto de 1863, el ayuntamiento presidido por D. Juan Fernández-Caballero
Jiménez, tras adquirir los faroles, alcuzas, escalas, palomillas de sujeción,
farolas y demás elementos necesarios, sacaba por primera vez a subasta el
servicio de alumbrado público por la cantidad de 8.000 reales.(2)
La iluminación nocturna se llevaba a cabo mediante de 60 pequeños faroles de reverbero (3), que consumían cuatro onzas de aceite por día, y otros 25 faroles más grandes, que consumían 6 onzas diarias. (4) Hay que señalar además los cinco faroles que portaban los serenos o vigilantes nocturnos.
La iluminación nocturna se llevaba a cabo mediante de 60 pequeños faroles de reverbero (3), que consumían cuatro onzas de aceite por día, y otros 25 faroles más grandes, que consumían 6 onzas diarias. (4) Hay que señalar además los cinco faroles que portaban los serenos o vigilantes nocturnos.
El aumento de población de Manzanares determinó que el número de serenos pasara de 5 en 1863 a 8 en 1922 |
Para
la villa, que contaba entonces con poco más de 10.000 habitantes, el principal
punto de luz fue durante mucho tiempo la farola de hierro fundido existente en
la Plaza Pública o Plaza de la Constitución, la cual disponía de cuatro faroles
grandes. Más tarde se instaló otra farola en la plaza de San Blas para iluminar
las cercanías del cuartel de la Guardia Civil, instalado en el propio castillo.
Resulta
curioso que en el pliego de condiciones se contemplase únicamente la
iluminación de las vías públicas durante 188 días al año, distribuidos de la
siguiente forma:
MESES Días
Julio de 1863 17
Agosto 16
Septiembre 17
Octubre 17
Noviembre 16
Diciembre 14
Enero de 1864 18
Febrero 13
Marzo 16
Abril 14
Mayo 15
Junio 15
Total
188
Para reducir costes, se encendían los
faroles únicamente los días que la luna reflejaba menos cantidad de luz solar,
en su fase de luna nueva, así como en los inicios del cuarto creciente y finales
del menguante.
Estando
próxima la inauguración de la empresa Eléctrica de Manzanares, en la sesión
extraordinaria celebrada por la Corporación Municipal el 5 de abril de 1894, ésta acordó la sustitución progresiva del alumbrado público
mediante faroles por lámparas alimentadas con energía eléctrica. El 25 de mayo de
1895 se firmaba un convenio entre Diego Martín de Bernardo Quevedo, gerente de
la sociedad Eléctrica de Manzanares, y D. Sebastián Carrión-Vega Peñuelas,
alcalde de la ciudad, para el alumbrado de las principales calles de la
población. (5)
En principio se instalaron únicamente 30 lámparas guía con filamento de carbón en las calles más céntricas que apenas lograron mejorar la visibilidad nocturna. El tendido de líneas eléctricas por el pueblo y la sustitución de faroles por lámparas de carbón se realizó progresivamente durante los años 1897 y 1898. (6)
La caldera de vapor alimentada con carbón que generaba la electricidad en la fábrica, funcionaba únicamente hasta la una de la madrugada. A partir de esa hora los particulares quedaban sin suministro, pero las lámparas de alumbrado público permanecían encendidas hasta el amanecer alimentadas con baterías de acumuladores.
Diego Martín de Bernardo Quevedo, emprendedor empresario local fallecido en Málaga el 19-IV-1911 a los 64 años y enterrado en Manzanares. Casado con Catalina Rubio-Manzanares no tuvo descendencia |
En principio se instalaron únicamente 30 lámparas guía con filamento de carbón en las calles más céntricas que apenas lograron mejorar la visibilidad nocturna. El tendido de líneas eléctricas por el pueblo y la sustitución de faroles por lámparas de carbón se realizó progresivamente durante los años 1897 y 1898. (6)
Primera lámpara con filamento de algodón carbonizado, comercialmente viable, patentada por Thomas Alva Edison en 1880 |
La caldera de vapor alimentada con carbón que generaba la electricidad en la fábrica, funcionaba únicamente hasta la una de la madrugada. A partir de esa hora los particulares quedaban sin suministro, pero las lámparas de alumbrado público permanecían encendidas hasta el amanecer alimentadas con baterías de acumuladores.
El
1 de mayo de 1907 finalizó el contrato de suministro de energía al ayuntamiento
por parte de Diego Martín de Bernardo Quevedo y se subrogó en él la empresa
Sedano y Compañía. (7)
A la derecha, tras el canal del Azuer, puede apreciarse el edificio de la fábrica de electricidad de Manzanares |
En
diciembre de 1912 se mejoró notablemente la iluminación de la ciudad al ser
sustituidas las 424 lámparas con filamento de carbón, de 5 bujías, por 650 con
filamento metálico de wolframio, de 16 bujías. (8)
La
iluminación nocturna permitió prolongar las actividades humanas extendiéndolas
a cualquier hora del día, constituyendo un notable avance para nuestra
civilización. Después de 122 años, la energía eléctrica sigue siendo todavía la
utilizada con preferencia para este cometido.
La Plaza de la Constitución y la fachada de la Casa Consistorial en los primeros años del siglo XX, alumbrados ya con lámparas eléctricas |
NOTAS
1.-
Boletín Oficial de la Provincia del 1 de octubre de 1834 Archivo de la
Diputación Provincial de Ciudad Real.
2.-
Boletín Oficial de la Provincia del 10-VIII-1863. Archivo de la Diputación
Provincial de Ciudad Real.
3.-
Los faroles de reverbero, alimentados con aceite vegetal, disponían de unos
reflectores de latón que actuaban como espejos, ampliando el alcance e
intensidad de la luz de manera notoria.
4.-
Antiguamente el aceite se medía con unidades de masa. Una arroba de masa eran
11,34 kilogramos y equivalía a 25 libras. Una libra equivale a 453,59 gramos y
tenía 16 onzas. Así pues, la onza es la dieciseisava parte de la libra, o sea
28,35 gramos.
Se
deduce de estos datos que el consumo de aceite para iluminar la villa venía a
ser de unos 12 kilos; es decir, algo más de una arroba de aceite cada día.
5.-
El 16 de junio de 1895 se inauguraron las instalaciones de la nueva fábrica de
electricidad con la bendición del obispo Sánchez-Carrascosa y hubo tres días de
festejos en el pueblo.
Veinticuatro
días antes de aquella inauguración falleció en Berlín el presidente y principal
accionista de la Sociedad, D. Isaac Peral Caballero, al complicarse el
postoperatorio de la intervención quirúrgica a la que fue sometido para
extirparle un cáncer de piel. Tras esa notable pérdida y tal vez por no obtener
la rentabilidad prevista, la compañía se disolvió el 1 de julio de 1897,
adquiriendo todas las acciones D. Diego Martín de Bernardo Quevedo, su anterior
gerente.
6.-
El último encargado del mantenimiento y reparación de los faroles fue José
Salas. Libro Diario de Gastos, página 18. Archivo Municipal de Manzanares
7.-
Libro de Actas de Sesiones Municipales nº 4, página 67. Sesión del 3 de mayo de
1907. Archivo Municipal de Manzanares.
8.-
Antiguamente la intensidad de iluminación de las lámparas se medía en bujías.
Una bujía equivalía a la luz que proporcionaba una vela de cera.
No hay comentarios:
Publicar un comentario