Se trata
en esta ocasión de un reportaje aparecido en el periódico El Socialista del 5 de
diciembre de 1933 bajo el título “La
provocación del Gobernador” que alude a
los hechos ocurridos en la noche del 1 al 2 de diciembre de dicho año cuando el
gobernador Civil de Ciudad Real, don Antonio Rodríguez de León y López de Heredia
(1), miembro del Partido Radical, en connivencia con miembros de la agrupación
del partido en Manzanares y determinados elementos conservadores, organizaron una burda operación punitiva al objeto de amedrentar
a la pujante izquierda local. Todo comenzó con un telegrama enviado por el Sr.
Rodríguez de León al ministro de la Gobernación asegurando que en el
ayuntamiento de Manzanares se había izado una bandera roja, dando orden a la
Guardia de Asalto y Guardia Civil de acabar con la supuesta revolución y reinstaurar la ley y el orden.
D. Antonio Rodríguez de León. Gobernador Civil de Ciudad Real en 1933 |
D. Manuel Rico-Avelló. Ministro de la Gobernación en 1933 |
La
redacción del artículo fue, seguramente, de algún redactor de El Socialista,
pero asumió la autoría el destacado líder Anastasio de Gracia (2)
quien, al ser diputado, contaba con la protección del aforamiento ante las
querellas que posteriormente se formularon por “injurias a ministros de la República”.
D. Anastasio de Gracia. Diputado en Cortes por Ciudad Real en 1933 |
LA PROVOCACIÓN DEL GOBERNADOR
Ya en
nuestro número del domingo publicamos un telegrama del alcalde de Manzanares en
el cual se desmentía las fantásticas noticias lanzadas, primero, por el Poncio
lerrouxista de Ciudad Real, señor Rodríguez de León, divulgadas seguidamente,
como si todo obedeciera a una consigna, por el señor Rico Avelló, (3) desde el Ministerio de Gobernación.
Aunque
con el citado telegrama creemos haber dejado las cosas en su lugar, no estará
demás agregar algunos detalles para poner de relieve la falta de escrúpulos del
señor Rodríguez de León, único inventor de la farsa según la cual en el
Ayuntamiento de Manzanares había sido izada la bandera roja en la noche del 1º
del actual. ¿Qué se proponía el señor Rodríguez de León con su maniobra?
Indudablemente, hallar un pretexto en que fundamentar después un día de luto y
sangre entre el vecindario de Manzanares.
Ayer
por la mañana llegó a Madrid una comisión del Ayuntamiento de Manzanares,
constituida por nuestros camaradas Eugenio Cobos, alcalde socialista; Pedro
Gallego Sánchez-Gil, primer teniente de alcalde socialista y gestor de la Diputación,
quien en aquellos momentos desempeñaba el cargo de alcalde interino, y don
Francisco Fernández de Simón, teniente de alcalde radical socialista. Los tres
representantes del municipio de Manzanares han expuesto al secretario de
nuestro partido, camarada De Francisco, un sucinto relato de todo lo acaecido,
y que nosotros vamos a extractar a continuación:
D. Pedro Gallego, alcalde accidental de Manzanares en 1933. Fusilado el 15 de junio de 1939. |
Las
fuerzas de asalto y de la guardia civil llegaron a Manzanares a las diez y
media de la noche, situándose en los puntos estratégicos de la población. Las
autoridades locales (alcalde en propiedad e interino) ignoraban la llegada de
dichas fuerzas, pues el Poncio no había cumplido con el deber de anunciarles
nada. En cambio, estaban esperándolas destacados elementos del Partido Radical,
de Acción Popular y otros representantes cavernícolas, los cuales se encargaron
de establecer los lugares desde los cuales debían hacer guardia y empezar sus
maniobras para amedrentar a los pacíficos habitantes del pueblo, sorprendidos e
indignados por tales amenazas. Distinguiéronse en estos primeros trabajos, cual
si fueran delatores consumados, don Manuel Juan y don Juan Francisco R.
Sanroma. (4)
Distribuidas
las fuerzas y dadas las consignas para los manejos provocadores, a las cuatro y
media de la madrugada del día 2 empezaron los cacheos y registros
domiciliarios, siendo el primero el efectuado en casa de don Rafael Lobera (5),
presidente de la Juventud Republicanosocialista. Dos horas después, sin previo
aviso tampoco, era invadido el hogar del alcalde accidental, Pedro Gallego,
quien en realidad venía actuando de alcalde efectivo.
Conviene
hacer constar –insisten nuestros informantes- que no se había alterado el orden
antes, durante ni aun después de la llegada de las fuerzas de asalto y guardia
civil. No obstante la minuciosidad con que se realizaron registros y cacheos,
no fue posible hallar arma alguna.
Casa Consistorial de Manzanares |
Otro
aspecto indignante de estos atropellos es que las fuerzas llegadas a Manzanares
se pusieron a las órdenes de un agente de policía reaccionario y jesuita, que
hasta hacía pocos días se hallaba en situación de excedente, y de la cual debe
haberlo sacado el gobernador para emplearlo en su burda maniobra. Dicho agente de policía se llama Belarmino
Barbero Martínez (6), personaje cuya actividad policiaca le permite actuar al
mismo tiempo como secretario del Comité local del partido Radical. Y por si
ambos cargos no fueran bastante, dirige o regenta un establecimiento privado de
segunda enseñanza, actualmente sin muchos alumnos, desde que la República creó
en Manzanares un Instituto de Segunda Enseñanza. ¡Este “enchufista” por partida
triple es el árbitro hoy de la situación en Manzanares!.
Los
guardias de asalto y los civiles que realizaban los cacheos iban acompañados,
naturalmente, por los cabecillas locales del partido Radical.
Lo
absurdo es que el gobernador, para justificar su telegrama alarmista y falso al
ministro, dijo a éste que el jefe de policía de Manzanares era quien le había
comunicado haber sido izada en el Ayuntamiento la bandera roja, patraña que
divulgaron inmediatamente el ministro de la Gobernación y la radio. Pero lo que
no se ha dicho es que, para poder salir con éxito de su farsa, el gobernador
dio orden al policía en efectivo, a don Silvano Casto, de que fuera a Alcázar
de San Juan a realizar determinadas gestiones. De este modo, dejando en el
pueblo al policía excedente y jesuita, conservaba bajo su mando a un cómplice
excelente y alejaba a un subordinado que tal vez hubiera andado remiso en
prestarse a semejantes atropellos.
Tales
son, resumidos, los hechos ocurridos en Manzanares. La comisión antes citada,
que ha venido a Madrid en nombre y por acuerdo del Ayuntamiento, se propone
visitar al ministro de la Gobernación y pedirle la destitución del gobernador y
que se exijan las debidas responsabilidades.
Por
nuestra parte, digamos a los camaradas de Manzanares que no pongan ninguna
esperanza en que el actual Gobierno atienda sus justas reclamaciones. La pasada
lucha electoral le ha llenado de tanto lodo, de tanta ignominia, que no hay
Jordán capaz de lavar a los señores que usurpan hoy la gobernación de España.
Carecen, pues, de fuerza moral.
NOTAS
1.-
Antonio Rodríguez de León y López de Heredia era natural de Villanueva del
Duque, (Córdoba). Periodista, político, poeta, crítico literario, traductor y
escritor español. Militó en el Partido Radical y posteriormente en Unión
Republicana. Llegó a ejercer de gobernador civil en Ciudad Real y Córdoba.
Sin
ofrecer resistencia alguna entregó el Gobierno Civil a los sublevados de
Córdoba. No sufrió ninguna represión a pesar de ser un alto dirigente de un
partido que formaba parte del Frente Popular. Unos días más tarde y con motivo
de las suscripciones patrióticas tendentes a buscar fondos para la guerra, el
exgobernador republicano donó para la causa de los sublevados su bastón con
empuñadura de oro que le habían regalado en Ciudad Real.
2.-
Anastasio de Gracia Villarrubia nació en Mora de Toledo. De profesión albañil,
pero con una notable inteligencia natural. Militante del Partido Socialista y
presidente de UGT, consiguió el acta de diputado por Toledo en 1931 y por
Granada en 1936. Ocupó la cartera de ministro de Industria y Comercio en el
gobierno presidido por Largo Caballero y posteriormente la de Trabajo y
Previsión. Durante la guerra fue Comisario General de Armamento. Al terminar la
guerra se exilió a México, donde murió a los noventa años de edad.
3.-
Manuel Rico Avello y García de Lañón
nació en Villanueva de Trevías (Asturias). Destacado jurista y político
español por el Partido Radical fue ministro de Gobernación (1933-34) y de
Hacienda (1935-1936) durante la Segunda República Española. Murió el 23 de
agosto de 1936 víctima de la represión en la zona republicana.
4.-
Manuel Juan Hernández, propietario de la fábrica de harinas, resultaría
asesinado en Vallecas (Madrid) el 8 de septiembre de 1936. A Juan Francisco
Sanroma, industrial carnicero natural de Granátula de Calatrava, le mataron a
su hijo Clemente Sanroma Blanco, presidente de la agrupación local del Partido
Radical y exalcalde por dicha organización política.
5.-
Rafael Lobera Albandea “Gabardina” dirigente de las Juventudes Radical
Socialistas, pasaría al llegar la guerra a ser uno de los principales
dirigentes del Radio Comunista local. Finalizada la contienda logró escapar a
Marruecos.
6.-
Don Belarmino, además de Licenciado en Filosofía y Letras, era agente de
policía en la Oficina de Investigación y Vigilancia de Manzanares.
Posteriormente pidió la excedencia para trabajar como profesor en la academia
privada “Santo Tomás”, dirigida por D. Juan Antonio Sánchez García. En enero de
1933 Juan Antonio traspasó la academia a don Belarmino quien le cambió el nombre
por “Academia Atenas”. En mayo de 1934 don Belarmino abandonó la empresa,
traspasándola a don Alejandro García y a don Estanislao Fernández Ocaña. Al
estallar la guerra debía encontrase en Madrid, siendo allí detenido y asesinado
en Paracuellos.
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