ARTÍCULOS SOBRE LA HISTORIA DE MANZANARES

26 de octubre de 2016

DOCUMENTOS PARA LA HISTORIA DE MANZANARES. LA PROVOCACIÓN DEL GOBERNADOR

Se trata en esta ocasión de un reportaje aparecido en el periódico El Socialista del 5 de diciembre de 1933  bajo el título “La provocación del Gobernador”  que alude a los hechos ocurridos en la noche del 1 al 2 de diciembre de dicho año cuando el gobernador Civil de Ciudad Real, don Antonio Rodríguez de León y López de Heredia (1), miembro del Partido Radical, en connivencia con miembros de la agrupación del partido en Manzanares y determinados elementos conservadores, organizaron  una burda operación punitiva al objeto de amedrentar a la pujante izquierda local. Todo comenzó con un telegrama enviado por el Sr. Rodríguez de León al ministro de la Gobernación asegurando que en el ayuntamiento de Manzanares se había izado una bandera roja, dando orden a la Guardia de Asalto y Guardia Civil de acabar con la supuesta revolución y reinstaurar la ley y el orden.

D. Antonio Rodríguez de León. Gobernador Civil de Ciudad Real en 1933

D. Manuel Rico-Avelló. Ministro de la Gobernación en 1933

La redacción del artículo fue, seguramente, de algún redactor de El Socialista, pero asumió la autoría el destacado líder Anastasio de Gracia (2) quien, al ser diputado, contaba con la protección del aforamiento ante las querellas que posteriormente se formularon por “injurias a ministros de la República”.

D. Anastasio de Gracia. Diputado en Cortes por Ciudad Real en 1933

LA PROVOCACIÓN DEL GOBERNADOR
Ya en nuestro número del domingo publicamos un telegrama del alcalde de Manzanares en el cual se desmentía las fantásticas noticias lanzadas, primero, por el Poncio lerrouxista de Ciudad Real, señor Rodríguez de León, divulgadas seguidamente, como si todo obedeciera a una consigna, por el señor Rico Avelló,  (3) desde el Ministerio de Gobernación.
Aunque con el citado telegrama creemos haber dejado las cosas en su lugar, no estará demás agregar algunos detalles para poner de relieve la falta de escrúpulos del señor Rodríguez de León, único inventor de la farsa según la cual en el Ayuntamiento de Manzanares había sido izada la bandera roja en la noche del 1º del actual. ¿Qué se proponía el señor Rodríguez de León con su maniobra? Indudablemente, hallar un pretexto en que fundamentar después un día de luto y sangre entre el vecindario de Manzanares.
Ayer por la mañana llegó a Madrid una comisión del Ayuntamiento de Manzanares, constituida por nuestros camaradas Eugenio Cobos, alcalde socialista; Pedro Gallego Sánchez-Gil, primer teniente de alcalde socialista y gestor de la Diputación, quien en aquellos momentos desempeñaba el cargo de alcalde interino, y don Francisco Fernández de Simón, teniente de alcalde radical socialista. Los tres representantes del municipio de Manzanares han expuesto al secretario de nuestro partido, camarada De Francisco, un sucinto relato de todo lo acaecido, y que nosotros vamos a extractar a continuación:

D. Pedro Gallego, alcalde accidental de Manzanares en 1933.
Fusilado el 15 de junio de 1939.
Las fuerzas de asalto y de la guardia civil llegaron a Manzanares a las diez y media de la noche, situándose en los puntos estratégicos de la población. Las autoridades locales (alcalde en propiedad e interino) ignoraban la llegada de dichas fuerzas, pues el Poncio no había cumplido con el deber de anunciarles nada. En cambio, estaban esperándolas destacados elementos del Partido Radical, de Acción Popular y otros representantes cavernícolas, los cuales se encargaron de establecer los lugares desde los cuales debían hacer guardia y empezar sus maniobras para amedrentar a los pacíficos habitantes del pueblo, sorprendidos e indignados por tales amenazas. Distinguiéronse en estos primeros trabajos, cual si fueran delatores consumados, don Manuel Juan y don Juan Francisco R. Sanroma. (4)
Distribuidas las fuerzas y dadas las consignas para los manejos provocadores, a las cuatro y media de la madrugada del día 2 empezaron los cacheos y registros domiciliarios, siendo el primero el efectuado en casa de don Rafael Lobera (5), presidente de la Juventud Republicanosocialista. Dos horas después, sin previo aviso tampoco, era invadido el hogar del alcalde accidental, Pedro Gallego, quien en realidad venía actuando de alcalde efectivo.
Conviene hacer constar –insisten nuestros informantes- que no se había alterado el orden antes, durante ni aun después de la llegada de las fuerzas de asalto y guardia civil. No obstante la minuciosidad con que se realizaron registros y cacheos, no fue posible hallar arma alguna.

Casa Consistorial de Manzanares
Otro aspecto indignante de estos atropellos es que las fuerzas llegadas a Manzanares se pusieron a las órdenes de un agente de policía reaccionario y jesuita, que hasta hacía pocos días se hallaba en situación de excedente, y de la cual debe haberlo sacado el gobernador para emplearlo en su burda maniobra.  Dicho agente de policía se llama Belarmino Barbero Martínez (6), personaje cuya actividad policiaca le permite actuar al mismo tiempo como secretario del Comité local del partido Radical. Y por si ambos cargos no fueran bastante, dirige o regenta un establecimiento privado de segunda enseñanza, actualmente sin muchos alumnos, desde que la República creó en Manzanares un Instituto de Segunda Enseñanza. ¡Este “enchufista” por partida triple es el árbitro hoy de la situación en Manzanares!.
Los guardias de asalto y los civiles que realizaban los cacheos iban acompañados, naturalmente, por los cabecillas locales del partido Radical.
Lo absurdo es que el gobernador, para justificar su telegrama alarmista y falso al ministro, dijo a éste que el jefe de policía de Manzanares era quien le había comunicado haber sido izada en el Ayuntamiento la bandera roja, patraña que divulgaron inmediatamente el ministro de la Gobernación y la radio. Pero lo que no se ha dicho es que, para poder salir con éxito de su farsa, el gobernador dio orden al policía en efectivo, a don Silvano Casto, de que fuera a Alcázar de San Juan a realizar determinadas gestiones. De este modo, dejando en el pueblo al policía excedente y jesuita, conservaba bajo su mando a un cómplice excelente y alejaba a un subordinado que tal vez hubiera andado remiso en prestarse a semejantes atropellos.
Tales son, resumidos, los hechos ocurridos en Manzanares. La comisión antes citada, que ha venido a Madrid en nombre y por acuerdo del Ayuntamiento, se propone visitar al ministro de la Gobernación y pedirle la destitución del gobernador y que se exijan las debidas responsabilidades.
Por nuestra parte, digamos a los camaradas de Manzanares que no pongan ninguna esperanza en que el actual Gobierno atienda sus justas reclamaciones. La pasada lucha electoral le ha llenado de tanto lodo, de tanta ignominia, que no hay Jordán capaz de lavar a los señores que usurpan hoy la gobernación de España. Carecen, pues, de fuerza moral.

NOTAS
1.- Antonio Rodríguez de León y López de Heredia era natural de Villanueva del Duque, (Córdoba). Periodista, político, poeta, crítico literario, traductor y escritor español. Militó en el Partido Radical y posteriormente en Unión Republicana. Llegó a ejercer de gobernador civil en Ciudad Real y Córdoba.
Sin ofrecer resistencia alguna entregó el Gobierno Civil a los sublevados de Córdoba. No sufrió ninguna represión a pesar de ser un alto dirigente de un partido que formaba parte del Frente Popular. Unos días más tarde y con motivo de las suscripciones patrióticas tendentes a buscar fondos para la guerra, el exgobernador republicano donó para la causa de los sublevados su bastón con empuñadura de oro que le habían regalado en Ciudad Real.
2.- Anastasio de Gracia Villarrubia nació en Mora de Toledo. De profesión albañil, pero con una notable inteligencia natural. Militante del Partido Socialista y presidente de UGT, consiguió el acta de diputado por Toledo en 1931 y por Granada en 1936. Ocupó la cartera de ministro de Industria y Comercio en el gobierno presidido por Largo Caballero y posteriormente la de Trabajo y Previsión. Durante la guerra fue Comisario General de Armamento. Al terminar la guerra se exilió a México, donde murió a los noventa años de edad.
3.- Manuel Rico Avello y García de Lañón  nació en Villanueva de Trevías (Asturias). Destacado jurista y político español por el Partido Radical fue ministro de Gobernación (1933-34) y de Hacienda (1935-1936) durante la Segunda República Española. Murió el 23 de agosto de 1936 víctima de la represión en la zona republicana.
4.- Manuel Juan Hernández, propietario de la fábrica de harinas, resultaría asesinado en Vallecas (Madrid) el 8 de septiembre de 1936. A Juan Francisco Sanroma, industrial carnicero natural de Granátula de Calatrava, le mataron a su hijo Clemente Sanroma Blanco, presidente de la agrupación local del Partido Radical y exalcalde por dicha organización política.
5.- Rafael Lobera Albandea “Gabardina” dirigente de las Juventudes Radical Socialistas, pasaría al llegar la guerra a ser uno de los principales dirigentes del Radio Comunista local. Finalizada la contienda logró escapar a Marruecos.
6.- Don Belarmino, además de Licenciado en Filosofía y Letras, era agente de policía en la Oficina de Investigación y Vigilancia de Manzanares. Posteriormente pidió la excedencia para trabajar como profesor en la academia privada “Santo Tomás”, dirigida por D. Juan Antonio Sánchez García. En enero de 1933 Juan Antonio traspasó la academia a don Belarmino quien le cambió el nombre por “Academia Atenas”. En mayo de 1934 don Belarmino abandonó la empresa, traspasándola a don Alejandro García y a don Estanislao Fernández Ocaña. Al estallar la guerra debía encontrase en Madrid, siendo allí detenido y asesinado en Paracuellos.

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