ARTÍCULOS SOBRE LA HISTORIA DE MANZANARES

11 de julio de 2015

HISTORIA DE LA PRIMERA PLAZA DE TOROS DE MANZANARES

La afición de los españoles a diversiones en que intervienen toros es una tradición secular que se pierde en la noche de los tiempos. Aunque apenas tenemos noticias escritas, en Manzanares hubo juegos de cañas y toros en la plaza pública durante los siglos XVII y XVIII, cerrando con vallas de madera los accesos a la misma.
En la segunda mitad del siglo XVIII se produjeron en España una serie de novedades en los juegos de tauromaquia dando lugar a las corridas de toros tal y como las conocemos en la actualidad. Entre las principales modificaciones introducidas podemos destacar las siguientes:
- El toreo a pie sustituyó al de a caballo.
- Los protagonistas ya no eran caballeros pertenecientes a clases altas que actuaban por mera vanidad, sino gente del pueblo que cobraba por su actuación.
- Surgieron las ganaderías de toros bravos y se comenzó a seleccionar los animales más adecuados para la fiesta.
- Se construyeron las primeras plazas de toros como edificios permanentes dedicados en exclusiva a la lidia.
- Se establecieron las primeras normas que regularon el “arte” de torear.
En el año 1855 ya tenemos certeza documental de la celebración en Manzanares de dos novilladas y una corrida de toros, organizadas por la fuerza local de la Milicia Nacional, si bien ignoramos los espadas que intervinieron y el recinto que se utilizó. (1) Es preciso aclarar que en las corridas del siglo XIX y principios del XX únicamente intervenían dos espadas, matando cada uno de ellos tres astados.
La primera Plaza de Toros de Manzanares, concebida específicamente para organizar corridas, se construyó en uno de los patios de la bodega “La Torre”, propiedad de Manuel Lozano Ruiz-Morote, situadas en el nº 27 de la Carretera de La Solana. Era un coso hecho en gran parte de madera, con instalaciones muy precarias, pero que permitió al pueblo disfrutar de este tipo de espectáculos tan demandados por las gentes de la época.



Se inauguró el día 16 de junio de 1892 con una corrida de cinco toros de la ganadería de Flores, que fueron lidiados y estoqueados por el madrileño José Ruiz “Joseíto” y por José Martín “Taravilla”. (2)
Tres días después se dio una segunda corrida de novillos de tres años, de la citada ganadería, estoqueados por las mismas cuadrillas.


José Ruiz "Joseíto"

La euforia torera parecía no tener límites, pues, el día 19 del mes siguiente, tuvo lugar otra novillada de cuatro toretes con tres años, de la ganadería de la señora viuda e hijos de D. Fructuoso Flores, lidiados por las cuadrillas de José Guerrero, “Zoca”, y Joaquín Pérez, “Torerito”. La crónica telegráfica enviada por el corresponsal Ángel González-Calero exponía: (3)
Manzanares 19 (8 noche).—La corrida de novillos de tres años celebrada hoy en esta plaza, ha resultado buena y bonita.
El ganado de Flores sobresaliente, excepto el segundo, que resultó huido y querencioso a las tablas, por lo que hubo necesidad de matarle de cualquier manera.
El espada José Guerrero (Zoca) estuvo trabajador y valiente en los quites, ceñido en los pases y acertado al herir.
Joaquín Pérez (Torerito) trabajó también mucho y bien, y matando consiguió aplausos, como toda la cuadrilla.
Caballos muertos, seis.
No será la última vez que trabaje esta cuadrilla en Manzanares, pues ha quedado muy satisfecho el público.


Joaquín Pérez "Torerito"
José Guerrero "Zoca"


Curiosamente un mes más tarde se informaba en el mismo periódico madrileño de la celebración de aquella corrida, pero en un tono completamente diferente: (4)
Según nos escribe nuestro corresponsal en Manzanares, se ha celebrado en dicho punto una corrida de cuatro toretes, de cuatro años, de la ganadería de la señora viuda e hijos de D. Fructuoso Flores (que han resultado malísimos), por las cuadrillas de José Guerrero, Zoca y Joaquín Pérez Torerito que han sido tan malos como los toros. Los espadas, muy mal al herir y peor con la muleta; únicamente capeando y en quites estuvieron bien el Zoca y Torerito. Caballos muertos, seis. La entrada, según frase de nuestro corresponsal, una pequeña tertulia.
La principal corrida de aquel año 1892 fue la organizada con motivo de las ferias y fiestas y se celebró el día 10 de agosto. Tuvo como único espada a Rafael Guerra Bejarano “Guerrita” quien lidió seis toros de D. Fructuoso Flores que resultaron buenos. La faena de Guerrita resultó inmejorable para todos los aficionados, tanto locales como de los pueblos comarcanos que acudieron a presenciar su espectáculo favorito.  Como anécdota diremos que el banderillero Francisco Carvajal, conocido como El Pollo de Málaga, resultó cogido en el tercer toro, recibiendo una herida en la ingle de pronóstico reservado. (5)


Rafael Guerra Bejarano

Al día siguiente, 11 de agosto, se dio una becerrada de cuatro novillos que lidiaron los aspirantes a torero Francisco Montes "Valores", Ramón Gil "El Ciclón", Blas Madroñero "Barberito" y Raimundo Mira "Manchego". (6) 

AÑO 1893


Este año se celebraron en Manzanares, con motivo de la feria, dos magnificas corridas de toros en los días 8 y 9 de agosto a beneficio del Hospital Municipal.  En la primera intervino de nuevo el cordobés Rafael Guerra Bejarano “Guerrita” junto al granadino Antonio Moreno Fernández “Lagartijillo”, enfrentándose cada uno a tres astados de la ganadería Tres Palacios. Esta corrida levantó grandes expectativas en la comarca. La entrada general de sombra se cotizó a duro y la de sombra a 2,50 pesetas.

Antonio Moreno "Lagartijillo"
Al día siguiente actuaron los espadas Gabriel López “Mateito” y Emilio Torres “Bombita” con toros de D. Manuel Tabernero.
El buen efecto del cartel propuesto por la empresa hizo que se agotaran todas las localidades de preferencia.
El famoso crítico local, Manuel Serrano García-Vao “Dulzuras”, hizo el siguiente resumen de aquellas corridas:
Primera.
Los Trespalacios resultaron aceptables, excepto el primero que fue buey, tomando 42 varas y arrastrándose 9 caballos.
Guerra.- Regular en el primero, superior en el tercero y pasable en el quinto. En banderillas hecho un monstruo y en quites como siempre, muy bueno.
Lagartijilllo.- Muy bueno en uno y aceptable en los otros dos. En quites hecho un barbián y no desmereciendo al lado de Rafael.
Segunda corrida.
Los toros malos todos. Debieron llevar fuego, como el cuarto, los corridos en primero, segundo y sexto lugar. ¡Con decir á ustedes que fallecieron dos caballos...!
Mateito.- Solo dio un par de verónicas buenas, tres pases lo mismo y ejecutó tal cual quite. Lo demás ha sido muy mediano, quedando el público poco satisfecho del valiente novillero allá por los años 1881 y 1882.
Bombita.- Es muy valiente y tiene mucha voluntad. Esto es todo. Ignora infinito y por tal causa se ha ganado no pocos sustos.
Mi opinión: que podrá ser algo si no se precipita y deja que pasen dos años sin pensar en alternativas.


Emilio Torres "Bombita I"

Gabriel López "Mateito"













 



AÑO 1894



Aunque las corridas de toros fueran apreciadas por amplios sectores de población siempre tuvieron insignes detractores que criticaban la violencia y la carnicería que se mostraba crudamente en los ruedos. Dado que los caballos de los picadores no usaban entonces ninguna protección era normal presenciar como los toros destripaban a buen número de viejos rucios que terminaban sus vidas en aras del arte de Cúchares.
Por supuesto los amantes de la “fiesta” defendían a “capa y espada” sus posiciones. Así anunciaba el crítico taurino Manuel Serrano García-Vao, natural de Manzanares, los espectáculos que iban a tener lugar en las ferias de su pueblo aquel año 1894 mientras salía en defensa de la tauromaquia. (7) 
LO DE MI PUEBLO
Señores míos, Achares
y Ángel Caamaño, El Barquero:
Aunque salvajes nos llaman
a los que taurinos “semos”
unos cuantos personajes
émulos de Don Tiberio,
de Victoriano Sardou
y Calderón (Don Alfredo)
que son protectores de
bueyes y caballos viejos
y comerán, sin embargo,
solomillo de becerro,
conejos, pollos, perdices
y chuletas de borrego;
aunque nos llaman, repito,
brutos unos caballeros
que se tienen por muy cultos
y quizás sean hasta cleros,
con la conciencia tranquila
vamos a dar en mi pueblo
en la feria dos corridas
de las de “primo cartello”.
El día ocho de Agosto
matará don Luis Primero,
o sea Luis Mazzantini,
con Faico seis berrendos
de la vacada de Flores,
que siempre aquí fueron buenos.
El nueve seis de Patilla,
con Jarana de primero
y de segundo Faico,
y con estos elementos
en las susodichas tardes
creo que nos divertiremos.
Ya en la anterior les decía
que aunque el programa era bueno,
queríamos reforzarle
con un matador de trueno,
y por fin se ha conseguido
que venga Don Luis Primero,
que no es poco conseguir
en los tiempos que corremos.
Con que allá va la noticia
para que vaya corriendo
y sepan esos señores
que nos llenan de improperios,
que mientras haya en España
un español y un becerro
habrá corridas de toros
aunque rabien todos esos
señores que nos critican.
Ánimo, pues, caballeros
don Ángel Rodríguez Chaves
y simpático Barquero.
Vengan ambos por aquí
que con los brazos abiertos
les aguarda en Manzanares
un amigo verdadero.

En efecto,  los días  8 y 9 de agosto, principales de la feria local, se dieron sendas corridas de toros en el pueblo. En la primera de las tardes se lidiaron seis toros de la ganadería de D. Valentín Flores, a cargo de figuras tan relevantes en el mundo del toreo como Luís Mazzantini Eguía, quien solo hacía unos meses que había tomado la alternativa de manos de Lagartijo, (8) y Francisco González “Faico”.



Francisco González "Faico"


Luís Mazzantini
 La crónica de la celebrada el día 8, aparecida en prensa, (9) apuntaba: que los astados dejaron mucho que desear, especialmente el que salió en segundo lugar. El que cumplió mejor fue el quinto, que con voluntad se llegó a los jinetes once veces. 
Entre todos aguantaron 43 puyazos y mataron 10 caballos.
Mazzantini hizo poco con la muleta, y acabó con el primero de un pinchazo caído, otro bueno y una corta en su sitio, arrancando largo; dio fin del tercero de un pinchazo caído, una estocada, entrando lejos, y un descabello, y mató ni quinto do una estocada corta, entrando cerca, que le valió palmas. Puso dos pares superiores al sexto, e hizo buenos quites, mereciendo mención uno que hizo el Chato (Rafael Alonso) en el tercer toro, que le valió una ovación.
Faico quedó bien en la muerte del segundo, estuvo descompuesto en el cuarto y superior en el sexto, al que largó la estocada de la tarde, después de una buena faena de muleta. Toreando de capa y en quites quedó bien, y tuvo poca fortuna en banderillas.
De los jinetes, se distinguieron el Chato y el Albañil, y de los banderilleros, Regaterillo en el primero, Ordóñez en el segundo y Galea en el quinto.
En la brega sobresalieron Tomás y Currinche.
La entrada buena, y los servicios aceptables.
De la segunda corrida, celebrada el día 9, en la que intervinieron los sevillanos Antonio Arana Carmona “Jarana” y Francisco González Ruiz “Faico” con toros de D. Esteban Hernández no tenemos ninguna referencia.

Antonio Arana Carmona
 AÑO 1895 
Por un apunte aparecido en el Heraldo de Madrid sabemos que para las corridas de feria que habrían de celebrarse este año los días 8 y 9 de agosto se contrató para ambas a Rafael Bejarano Carrasco "Torerito" y a Antonio de Dios Moreno "Conejito". En la primera se lidiarían reses de D. Rafael Molina, y de D. José Torres de la Cortina en la segunda. La falta de referencias detalladas de estas corridas las justificaba el periódico especializado El Enano con la siguiente nota: (10)

NOTICIAS
Por falta de espacio tenemos que retirar a última hora las reseñas correspondientes a las corridas de Gandía, Manzanares, Barcelona y Bayona, no pudiendo tampoco dar entrada á las de Valladolid, Gijón (segunda) y Huesca, ayer recibidas.
Perdónennos nuestros activos corresponsales, y permitan que les roguemos una vez más se compriman un poco al escribir, no concediendo grandes vuelos a corridas que solo merecen un resumen apreciativo.


Rafael Bejarano Carrasco
AÑO 1896 
En el suplemento del periódico El Enano del 7 de agosto de 1896 se anunciaba que: En Manzanares, y en los días 7 y 8 de este mes, se celebrarán dos corridas de becerros, por los «Niños sevillanos» Manuel “Bienvenida” y “Revertito”, que tanto gustaron en Ciudad Real el día de Santiago. 
Tal vez la gente no quedara satisfecha con unas corridas de feria de tan poco fuste y aquel año se dieron en Manzanares otros dos festejos taurinos, concretamente los días 18 y 20 de noviembre. En ambos participaron los mismos espadas. Solo conocemos el apodo de uno de ellos, un tal “Trichina” al que no he podido identificar por dicho nombre. Este desconocido matador destacó en la primera corrida con toros de Guisando superiores; tan bravos que durante el tercio de pica acabaron con 22 caballos. Hubo música y aplausos, pues además de mostrarse valiente en la lidia mató con una precisión admirable a cada uno de los tres astados que le correspondieron. La faena fue tan sobresaliente que emocionó al alcalde, quien en un banquete posterior decidió nombrar al tal Trichina hijo adoptivo de la población.
Por el contrario, en la corrida del día 20 todo se torció. Los toros resultaron mansos, de forma que no hubo un solo caballo herido. Trichina fue expulsado ignominiosamente de la plaza y encarcelado por orden del alcalde, cargo que ocupaba en ese momento Bernardo Rodríguez Suarez. Los espectadores burlados le llenaron de sillas el redondel. Según indicaba el corresponsal pretendió parear el quinto toro, consiguiendo colgarle una banderilla en la oreja izquierda. La otra se la clavó a un monosabio donde no puede decirse. Se le forma causa criminal. (11) En definitiva un verdadero escándalo que todo el mundo intentó olvidar lo antes posible.

AÑO 1897 
La prensa especializaba anunciaba a mediados de julio que en los días 11 y 12 del próximo mes de agosto se celebrarían en la plaza de Manzanares dos fiestas taurinas con motivo de la feria de la localidad a beneficio del Hospital Municipal.
El cartel hablaba de seis toros de la ganadería Salas, que estoquearían los diestros Enrique Vargas González “Minuto” y el cordobés Antonio de Dios Moreno “Conejito”. En la segunda harían su aparición por vez primera en las plazas de la Mancha las aplaudidas Señoritas toreras, también conocidas como “Las Noyas”, cuadrilla de jóvenes catalanas que promovía el escritor y fundador de la revista barcelonesa El Toreo, Mario Armengol Verduguillo. (12)





Con tan prometedores carteles los promotores pensaban llenar la plaza de nuestra industriosa ciudad, teniendo en cuenta que eran las primeras corridas que ese año se daban en la región.
La crítica remitida por el corresponsal tras el evento informaba sobre la corrida principal en los siguientes términos: (13)

La corrida ha estado muy animada y la plaza llena. Los toros da Salas no han hecho más que cumplir, matando 11 caballos.

Minuto, objeto de repetidas ovaciones, ha estado superior en toda la brega y acertadísimo en la muerte de sus toros.
Conejito, asimismo muy trabajador y lucido toreando, ha estado también muy afortunado al herir.
El corresponsal taurino que firmaba como “Don Quijote” (José Díaz de Quijano Ros) hizo una descripción más exhaustiva del espectáculo que transcribo a continuación. (14)
Con un calor más que sofocante me dirijo al coso taurino, ansioso de ver las faenas que Enrique Vargas y Antonio de Dios harán con los seis toros de Biencinto que hay presos.
La animación es extraordinaria, pues media Mancha se ha descolgado en el pueblo del celebérrimo manifiesto.
Los palcos están cuajados de encantadoras muchachas, ricamente ataviadas, luciendo todas la indispensable mantilla blanca. Las Señoritas toreras presencian la corrida desde un palco.
A las cuatro y media en punto aparecen las cuadrillas en el ruedo y se da suelta al Primero, que sale a la plaza cuando aún está abierta la puerta de arrastre y fue un milagro que no ocurrieran miles de desgracias. Atrevido, que era el nombre del animal, estaba en buen estado de crianza, negro, salpicao y con buenas armas. El animalito nos proporcionó un buen rato de carreras, pero sin arrimarse a los de aúpa a pesar del esfuerzo de los peones que en vano trabajaban para ponerlo en suerte.
Al fin y al cabo le tentaron cuatro veces la piel, desquitándose el bueyancón al ocasionar tres caídas y hacer sucumbir el mismo número de obleas. Noteveas y Gonzalito salen del paso con dos pares y medio.
Minuto, después de cumplir con el edil, marcha en busca de su enemigo, al que tiende cinco veces la muleta, con lo que consigue cuadrarlo para atizar media estocada en todo lo alto que deja exánime al cornalón. Palmas.
Segundo
Atendía por Jaquetón, negro, meano y algún tanto gacho. Onofre, Formalito y Cochero meten seis veces las lanzas, rodando en dos.
Formalito cae al descubierto con mucho peligro, y Conejo le hace un quite admirable.
Antonio de Dios hace monadas con el toro. Zurdo prende tres buenos rehiletes. Manchego cumple su cometido con uno al cuarteo.
Conejo empuñó sayal y asador e inaugura la faena con tres buenos pases derecha; sigue con dos cambiados, tres altos, uno en redondo y dos naturales para largar una magnífica estocada y un buen descabello. Ovación.
Tercero
De hábito negro, poca romana y mal puesto de pitones. A fuerza de echarle los caballos encima y de trabajar los chicos lo indecible para ponerlo en suerte, recibió Bolo tres varas de Tornero y Cacha.
El señor presidente tuvo a bien cambiar la suerte, por lo que el público le dio un meneo más que regular y sobre todo justo, pues no hay razón para que no haya sido fogueado el mansurrón.
Continúa el público increpando al concejal, cuando Antolín y Pastoret dejan los tres pares de ordenanza.
Toma de nuevo los avíos el bravo Minuto y da a su contrincante dos altos, tres cambiados, cuatro derechas para señalar dos pinchazos; sigue con dos naturales, uno de pecho y cuatro con la izquierda. Cuadra el gran cabestro y Minuto lo liquida de media estocada superior.
Cuarto
Tamborcito, de más presencia que sus hermanos, y salió con ganas de pelea, arremetiendo nueve veces a las plazas montadas. Este animal, sin ser un prodigio de bravura ni mucho menos, ya no es buey como sus antecesores.
Llegó pesado a la muerte, porque el señor que preside en unas se pasa, como en este toro, y en otros no llega, como en el anterior.
Dado lo aplomado de la res y lo incierta que estaba, Conejo le muletea con mucha inteligencia y a sabiendas de lo que tuvo entre manos, y entrando como lo hacen los buenos deja una estocada buena hasta la empuñadura, saliendo un poco embrocado. Al primer descabello lo manda al tiro de mulas.
Quinto
Retinto, gordo y con buenas púas. Ocho veces le tentaron la badana con las lanzas los caballeros, que ruedan siete y pierden cuatro “mambises”.
Antolín pone un buen par de frente. Noteveas uno regular al cuarteo y cierra aquel con un zarcillo.
Enrique se encuentra con que el buró está muy incierto y receloso. Su faena se reduce a cuatro pases por alto, dos con la derecha y uno cambiado para pinchar en hueso, y entrando con los terrenos cambiados dio una estocada caída y salió del paso.
Sexto
La lidia de este toro se reduce:
1º Que los “capitalistas” toman el ruedo por asalto y hasta que son echados a pescozones por la policía no puede salir el animal.
2º Que salta dos veces al callejón, y como la plaza es de tan malas condiciones, en ambas rompe las tablas y se arma en el callejón un lío más que regular, y gracias a la Providencia no hubo que sentir mucho.
3º La grita al presidente va en aumento.
4º El servicio de plaza horroroso, detestable.
5º Los de a caballo no saben lo que se hacen, pero los de á pie tampoco; y
6º Que Antonio de Dios sale del paso como le da a entender, y después de muchos pases da fin de Confitero (que este era el nombre del toro), buey, manso, cabestro y de las peores condiciones para la lidia que se pueden ustedes imaginar.
Liquidación
Los toros.—No debiera gastar ni dos líneas para mencionar las proezas de estos pavos. ¡Qué descansado se habrá quedado el Sr. Biencinto al deshacerse de tamañas alhajas!
Los toreros.—Trabajando lo indecible para medio arreglar y poner en condiciones de lidia á estas hermosas reses bravas, por lo que con  ganado tan detestable no se les puede pedir más de lo que hicieron.
Con seguridad que no ha matado Conejito otro toro peor que el último y de más malas ideas.
El presidente lo hizo muy mal; tan mal, que no debía volver ni á ocuparse de toros ni nada que con ellos se refiera.
La empresa bien ha abusado del público. A otra vamos. Y con decir que todos los espectadores salimos aburridos hasta el último extremo, es suficiente.
Caballos muertos once.
DON QUIJOTE.
Manzanares 11 agosto 97.



Antonio de Dios "Conejito"
Enrique Vargas "Minuto"


AÑO 1898 
Dada la tragedia que supusieron para España las derrotas navales sufridas en Cuba y Filipinas, las autoridades locales decidieron reducir los festejos a su mínima expresión, de forma que aquel año no hubo corridas de toros.


AÑO 1899
Sumido todavía el pueblo en los efectos desmoralizantes del desastre del 98, y debido a las malas condiciones que presentaba la plaza de toros de la bodega La Torre, este año parece que no se celebró ninguna corrida. No obstante, los miembros del gobierno municipal ya realizaban intensas gestiones para facilitar la construcción de un nuevo coso taurino que debería estar listo para las ferias de 1900.

NOTAS
1.- RUIZ DE MARTÍN ESTEBAN, Francisco. ¿Fue ésta la primera o la anterior Plaza de Toros?. Revista Siembra nº 66, página 18 y 19.
2.- Periódico El Heraldo de Madrid del 9 de junio de 1892.
3.- Periódico El Heraldo de Madrid del 20 de junio de 1892.
4.- Periódico El Heraldo de Madrid del 27 de julio de 1892.
5.- Periódico El Heraldo de Madrid del 11 de agosto de 1892.
6.- Cartel de los espectáculos taurinos de 1892. Resulta curioso ver como Raimundo Mira, quien sería más tarde prestigioso bodeguero en Manzanares, hacía sus pinitos en los ruedos.
7.- Periódico El Enano del 15 de julio de 1894
8.- Luis Mazzantini Eguía fue un célebre matador de toros español nacido en Elgóibar, Guipúzcoa el 10 de octubre de 1856. Hijo de un ingeniero italiano y de madre vasca, vivió y estudió en Italia durante su infancia y adolescencia, obteniendo el grado de bachiller en Artes. Regresó a España como secretario en el cortejo de Amadeo de Saboya. En busca de fama y dinero, decidió dedicarse al toreo a edad tardía y sin ser antes banderillero. Su formación cultural, inusual en los toreros de la época, le hizo ganarse el apodo de señorito loco. Tras un periodo de novillero, confirmó su alternativa en Madrid de manos de Lagartijo, el 29 de mayo de 1884.
9.- Periódico El Toreo del 13 de agosto de 1894.
10.- Heraldo de Madrid 22 de julio de 1895 y periódico El Enano del 18 de agosto de 1895.
11.- Periódico La Lidia del 23 de noviembre de 1896.
12.- Suplemento de El Enano del 22 de julio de 1987.
13.- Periódico El Imparcial del 12 de agosto de 1897.
14.- Suplemento de El Enano del 19 de agosto de 1987.
 

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