Publicado el año 1998
José
Antonio García-Noblejas explica brillantemente
en su libro, Manzanares: Guerra de la Independencia, la campaña militar emprendida por el general
Sebastiani en marzo de 1809. Tras cruzar el
Guadiana por el puente de Alarcos y
batir a las tropas del conde de Cartaojal en la batalla de Ciudad Real,
los franceses alcanzaron rápidamente Santa Cruz de Mudela, Almuradiel y El Viso. El veloz avance dejó a su retaguardia villas tan importantes como Valdepeñas, Manzanares o Villarta de San Juan, que
ordenó ocupar inmediatamente. (1)
Ante
el riesgo de ser copadas, las fuerzas españolas
y paisanos combatientes que hubiera
en Manzanares escaparon hacia el este, de forma que un regimiento de
Dragones entró el día 29 de marzo en nuestro
pueblo sin encontrar obstáculo alguno.
Aunque
no es cierto que el general Horace Sebastiani, o cualquier otro bajo su mando, tuviera intención de pasar a cuchillo al vecindario como se ha repetido hasta la saciedad exageradamente, los abusos de los franceses,
ebrios de euforia victoriosa, debió aterrorizar
de tal forma a la población civil que el párroco consideró oportuno
implorar clemencia, intentando así aplacar
los excesos de la soldadesca. Fue el Viernes Santo 31 de marzo de 1809, según cuenta la tradición, cuando Sotomayor y un grupo de paisanos, entre
los que abundarían los ancianos y mujeres, acompañados con la imagen del Santísimo Cristo Arrodillado del Perdón, salieron al encuentro del general francés, ya fuera Sebastiani o cualquier otro general de división o brigada de los que formaban parte del IV Cuerpo de Ejército. La presencia en
la carretera de Andalucía de tan extraña comitiva constituyó una inesperada sorpresa
para el general, quien, en un gesto diplomático
y conciliador, prometió calmar el
ardor de la tropa, al tiempo que imponía su fajín a la imagen en señal
de buena voluntad.
General de División Horace-François Bastien Sebastiani de
la Porta
Muchos
han querido ver en este suceso un hecho milagroso, cuya consecuencia inmediata sería precisamente el patronazgo de dicha imagen sobre Manzanares. En realidad aquel encuentro
y las buenas palabras del general no tuvieron mayor trascendencia, ya que dos
días más tarde quedaban acantonadas en la
villa otras fuerzas distintas a las
de la ocupación inicial, las cuales
continuaron cometiendo todo tipo de fechorías, atropellos y saqueos como
nos cuenta el manuscrito de la Merced que dice textualmente: (2)
Después
de la batalla desgraciada de Ciudad Real,
perdida en veinte y siete de Marzo, el General Sebastiani que mandaba el
4° Cuerpo de Ejército francés, acantonó en Manzanares la División Polaca al mando del general Valence compuesta de
los tres Regimientos 4°, 7° y 9° cuyo número ascendía a siete mil hombres y
siete piezas de Artillería Holandesa. Su entrada fue el dos de Abril de 1809 permaneciendo hasta el día 13 de Junio;
en cuya época sufrimos todo género de saqueos, malos tratamientos y ruina de
muchos edificios, especialmente del Convento de Carmelitas cuya fábrica e Iglesia fueron destechados y quitadas todas sus maderas para reforzar el
castillo y formación de empalizadas; sugetando a los paisanos como en otro tiempo Faraón a los Israelitas a toda clase de trabajos con dureza, rigor
y malos tratamientos.
Como
vemos no hubo clemencia ni comportamiento
respetuoso sino todo lo contrario. Difícilmente podía derivarse de
estas tristes circunstancias el patronazgo de Nuestro Padre Jesús del Perdón, aunque no dejemos de reconocer el arrojo
de Sotomayor al ofrecer la vida para proteger a su grey.
Investigaciones recientes me han permitido documentar y conocer con exactitud el año en el que surge el patronazgo. El
asunto no fue nada fácil y exigió la
lectura de todos los sermones de nuestro paisano D. Pedro José
Sánchez-Carrascosa, conservados en el Archivo Parroquial de Nuestra Señora de
la Asunción. En uno de ellos, pronunciado en
la ermita de la Veracruz el 24 de julio de 1864 y dedicado a San Vicente de Paúl, estaba la clave. En su punto 21
dice a los feligreses:
Vosotros que 6 años hace os congregasteis tocados por la mirada de Jesús del Perdón que os llamó y por
eso le nombrasteis patrono y protector de vuestra
hacienda. Conforme yo tuve la mayor de mi felicidad en contarme entre
vosotros y no os hubiera dejado un día si el misterioso e incomprensible dedo
de Dios no se hubiera fijado sobre mí... (3)
De
este párrafo se deduce
indubitablemente que el patronazgo por
aclamación se produjo el año 1858
aunque no termina de aclarar el motivo concreto que lo determina. Hasta el
momento sólo podemos especular sobre ese particular. Cierto es que en 1855
Manzanares había sido azotada por una
epidemia de cólera y tal vez al transcurrir tres años sin reaparecer la enfermedad reconocieran de esa forma una supuesta
protección. No obstante, el matiz «protector de vuestra hacienda» me inclina
a pensar que fuese como consecuencia de haber concluido una fuerte sequía o haberse librado el pueblo de alguna
catástrofe natural como inundación o plaga del campo.
Queda, pues, demostrado que no existe vinculación inmediata del patronazgo con el encuentro de Sotomayor y el general francés, sino que tiene lugar medio siglo después, y
no será hasta 1905 cuando se
reconozca oficialmente, dando al día 14 de
septiembre el carácter de fiesta local. (4)
El
que la imagen del Santísimo Cristo Arrodillado del Perdón fuera elegida como
Patrono de Manzanares en 1858 explica que en
la novena de D. Diego Peñalosa y Cantalejo, predicada en 1855, no aparezca ni se mencione como tal, titulándola Novena al Divino y Respetable Jesús que con el título del Perdón se venera en la Fidelísima Villa de Manzanares de
la Mancha. En cambio, el mismo Pedro José Sánchez Carrascosa exalta el
patronazgo en el sermón a Jesús pronunciado
el 18 de septiembre de 1864 con motivo de su fiesta principal con las
siguientes palabras: (5)
En
el nombre de Dios Todopoderoso, trino y uno,
santo y real sacerdo°, religiosa cofradía de N. P. J., pueblo cristiano,
venimos a celebrar con todas nuestras fuerzas el nombre, el honor y la gloria de ese padre amantísimo, patrono y protector nuestro, de ese hombre Dios que vino a la tierra a consumar la obra imponderable de la redención
del mundo.
NOTAS
1.- GARCÍA NOBLEJAS, José
Antonio. Manzanares: Guerra de la Independencia. I.E.M. Ciudad Real
1982. Página 88.
2.- Manuscrito n° 932
del archivo de la Parroquia de la Merced. Ciudad Real.
3.- Sermón a S.V. de Paúl. 24
de julio de 1864. Documentos del Obispo Carrascosa. Archivo de la Parroquia de
N’ Señora de la Asunción.
4.- Libro de Actas Municipales
nº 4. Página 3v. Sesión del 20 de julio de 1905. Archivo Municipal de
Manzanares.
5.- Sermón a N.P. Jesús. 18 de
septiembre de 1864. Documentos del Obispo Carrascosa. Archivo de Parroquia de Nª
Sra. de la Asunción.
No hay comentarios:
Publicar un comentario