ALGUNOS DATOS SOBRE LA HISTORIA LOCAL
Publicado el año 2008
MARTÍN POBEDA
De
los dos manzanareños ejecutados por los franceses que tenemos noticia, uno de
ellos fue un tal Martín Pobeda, fusilado por orden del general Jean Bartolomiu
D´Armagnac, nombrado por José Bonaparte Gobernador Militar de la provincia de La Mancha. El hecho fue recogido por D. José Antonio
García-Noblejas en las páginas 118 y 119 de su libro: “Manzanares, Guerra de
la Independencia”.
Sin embargo, aquel ilustre historiador, ya desaparecido, reconocía no haber
hallado rastro alguno sobre su filiación o familia. Yo tuve más suerte en la
búsqueda y encontré interesantes datos
complementarios que expongo a continuación.
El
citado Martín Pobeda se trata en realidad de Juan Martín, Martín-Poveda
Núñez-Hoyo; hijo de Pedro Martín-Poveda Nieva y su segunda esposa, Ana Teresa
Núñez-Hoyo Núñez, ambos naturales de la villa de Manzanares. Nació el día 2 de
noviembre de 1766, y fue bautizado por Manuel Fernando Sáez Carrascón, cura
teniente de la Parroquial,
con el nombre de Juan Martín. (1) El hecho de coincidir el segundo nombre con
la primera parte del apellido compuesto producía siempre cierta confusión, por
lo que se le conoció simplemente como Martín Pobeda.
Tenía
una hermana de padre y madre llamada María y un hermanastro llamado Pedro, hijo
del primer matrimonio de su padre con María Ana Sánchez-Raposa Galiano. (2)
Juan
Martín contrajo matrimonio el 30 de septiembre de 1798 con Josefa
Jiménez-Frutoso Oviedo, mujer muy religiosa que poseía un considerable
patrimonio en tierras y otros bienes. (3) De ella tuvo dos hijos que murieron
antes de ser bautizados; uno el 14 de noviembre de 1802 y otro el 26 de abril
de 1805. (4)
Los
últimos meses de su vida fueron ciertamente vertiginosos. El 4 de octubre de
1809 falleció su esposa Josefa. Cuando apenas habían transcurrido dos meses y
medio del óbito, el 22 de diciembre de ese mismo año, contrajo nuevo matrimonio
con Mariana Fernández-Pacheco Roncero. (5) Apenas pudo disfrutar de la luna de
miel ya que fue fusilado el domingo 15 de abril de 1810, muriendo sin
descendencia cuando tenía 43 años cumplidos. (6) En la partida de defunción se
escribe:
En la villa de Manzanares en quince de Abril de mil
ochocientos diez habiendo recibido el santo Sacramtode la Penitcia murio
afusilado por los franceses Martin Pobeda de esta vecindad: testó (cuia
disposición se estampará luego qe la parte exhiba el tanto del
testamento;) no dexó hijos de su mujer actual Mariana Fernz Pacheco y se
enterró en el cementrio de
esta Parroquial y firmé.
Tomás Ruiz de Alarcón
Al
parecer, el motivo de su ejecución derivó de la acusación de haber animado a
desertar a dos soldados alemanes del Regimiento de Cazadores de Nassau,
encuadrados en el ejército francés. La muerte de Martín Poveda quedó recogida
en las Memorias de la Merced,
escritas en 1814 para confeccionar una historia provincial. En ellas se dice:
(7)
La conducta
de Manzanares fue siempre la misma: jamás desmayó: abundaba el terror; el
cadalso casi siempre ocupado de víctimas; pues dieron garrote a cincuenta y
seis reos; muchos sin otro delito qe ser leales patriotas: Sin otros
que fueron fusilados; llegando el rigor y la inhumanidad hasta sortear entre
dos infelices acusados de haber solicitado a deserción a dos soldados Alemanes
de Nasau; y aún no justificado plenamte fue uno de ellos, llamado Martín Poveda,
vecino de esta villa, sentenciado a muerte y ejecutada esta el quince de abril,
el Domingo de Ramos del año de 1810, al tiempo de la misa mayor, sonando los
fusilazos qe le asesinaron el mismo instante que se cantaba en la Pasión las palabras “et
clamans voce magna emisit spiritum”.
HOMENAJE A UN GUERRILLERO MANZANAREÑO
Durante
la guerra de Independencia, un número indeterminado de jóvenes manzanareños se
incorporaron a las diferentes unidades del ejército regular español que
combatía a las tropas de Napoleón. Otros pasaron a formar parte de las partidas
de civiles armados que acosaban los convoyes y comunicaciones del enemigo.
Entre estos últimos se encontraba Alfonso
Eugena Martín, del que apenas conocemos datos de sus actividades como
guerrillero. Únicamente sabemos que fue capturado por los franceses y ejecutado
por fusilamiento el día 5 de agosto de 1810, a la temprana edad de diecinueve años.
(8) Murió junto a Manuel García Calvillo, otro joven soltero, natural de
Herencia, acusados ambos de ser brigands (guerrilleros). El propio Gobernador
de la Provincia
de La Mancha,
general Lorge, informaba el día 9 de estas ejecuciones al general Daultanne,
del Estado Mayor francés en Madrid. (9)
Alfonso
perteneció a una familia de campesinos, cuyo abuelo y padre fueron
arrendatarios habituales de las tierras comunales del Concejo.
Hijo
de Alfonso Eugena Cano y de Isabel Martín Maldonado, nació el día 28 de marzo
de 1791 y fue bautizado por D. Manuel
Ruiz Constantino, cura teniente de la parroquial de la villa, siendo los
padrinos sus dos tíos, Francisco y Ventura Eugena. (10) Fue el único varón de su familia, ya que tuvo
otras tres hermanas, María Catalina (1787), María Teresa (1789) y Ana María.
(11)
Los
Eugenas de Manzanares formaban una numerosa estirpe. El abuelo Alfonso fue
bastante prolífico. Se casó dos veces, la primera con Francisca Lerma y la
segunda con Teresa Cano González, de la que tuvo seis hijos varones. Ello dio
lugar a una amplia descendencia, alguna de cuyas ramas ha llegado hasta
nuestros días. (12)
EL SEGUNDO DE “CHALECO” PIDE AVALES A MANZANARES
De
los escasos documentos históricos que se conservan en el Archivo Municipal,
muchos de ellos destruidos por la humedad o los insectos, citaremos uno que he
podido recuperar parcialmente. Se trata de una carta fechada en Valdepeñas el
año 1814 y dirigida a los Sres. Justicias y Ayuntamiento de Manzanares. La
parte legible dice así: (13)
Para los fines que en adelante puedan convenirme, he
de merecer de la Vondad de S.S. informen
sobre la conducta, que tanto politica como Militar, he obserbado en las Varias
ocasiones que me he presentado mandando la tropa de mi cargo, por ausencia de
mi primero Dn Franco Abad Moreno, álias Chaleco, así en
el tpo. de ser Partida, como igualmte; en el que heran Escuadrones
Francos y Regimto Cazadores de la Mancha. Así lo espero de la ….
Lamentablemente
el mal estado del documento impide leer la firma del peticionario (puede que se
trate de Juan Vacas), que busca efectivamente se reconozcan su fidelidad y
patriotismo en tiempo de guerra, así como su buen comportamiento con las
autoridades y población civil de la villa de Manzanares cuando transitó o
permaneció en ella con sus tropas, en virtud de los avatares de la contienda.
UN TÍO DE LA CIEGA EJECUTADO EN
MANZANARES
Cuando
los franceses establecieron la capital de la provincia de la Mancha en Manzanares,
trasladaron a la villa todo su aparato administrativo. Junto a la prefectura y
gobierno militar, crearon también el Tribunal de lo Criminal para juzgar a los
patriotas capturados que se enfrentaban como guerrilleros a las tropas de
ocupación. Dada la escasez de información documental, los historiadores no
hemos podido determinar todavía en qué edificios o calles estuvieron ubicados
dichos organismos. Tampoco sabemos dónde se llevaban a cabo las ejecuciones,
aunque posiblemente se realizaran en uno de los patios del castillo.
Al
objeto de inspirar el mayor terror posible a la población y disuadir a los
patriotas de integrarse en las partidas, las autoridades afrancesadas
decidieron sustituir el fusilamiento como forma de ejecución por otra más
lenta, refinada y terrible; el garrote. La villa de Manzanares se convirtió así
en el matadero de la Mancha,
existiendo constancia documental de que se ajustició a cincuenta y seis
individuos de diferente procedencia, quienes tuvieron la mala suerte de caer en
manos de las fuerzas del general Lorge dedicadas a perseguir las guerrillas que
actuaban en la comarca. (14)
Uno
de aquellos desdichados, agarrotado en la villa de Manzanares, fue Isidro
Cerecera, natural de Tembleque, ejecutado el día 28 de septiembre de 1811.
Estaba casado con Juana Díaz-Carralero, tía de la famosa Ciega de Manzanares,
quedando huérfanas sus dos primas María Josefa y Teresa a consecuencia de
aquella tragedia. (15)
DAÑOS EN LA FÁBRICA DE LA IGLESIA PARROQUIAL
Durante
la ocupación, la iglesia parroquial de Manzanares sufrió menos daños que las de
otros pueblos de la provincia. Ya fuera porque la presencia de altas
autoridades francesas moderase el furor de la tropa, o por el respeto que
inspirase el párroco, ni el archivo parroquial,
ni las principales joyas y objetos de plata que formaban parte del
patrimonio de la Iglesia
acumulado durante siglos, fueron robados o destruidos como ocurrió en tantos
otros lugares. Es probable también que
en los momentos delicados de tránsito o estancia de las tropas enemigas, las
piezas más valiosas fueran ocultadas por razones de seguridad.
No
ocurrió lo mismo con el propio edificio, cuya torre utilizaron los invasores
como atalaya de observación militar, desmontando para ello la aguja, escocia y
linterna de la misma. Las planchas de plomo que protegían las vigas de madera
contra la lluvia fueron retiradas y aprovechadas en la fabricación de balas
para fusil. El coste de reparación de estos daños ascendió a 22.000 reales
(2.000 ducados), que al finalizar la guerra hubo de pagar S. A. el infante D.
Antonio Pascual como Comendador de la villa y perceptor de sus diezmos. (16)
Aunque
en el informe que realizó D. Miguel Izquierdo, presbítero y Sacristán Mayor de la Parroquia, afirmaba que
los instrumentos (de culto) habían desaparecido, unos robados por los enemigos,
y otros rotos y estropeados, la prueba de que el patrimonio en alhajas
de la parroquia apenas sufrió daños, es que en el inventario realizado el 14 de
marzo de 1815, cuando ya se había expulsado a los franceses, aparecen las
siguientes joyas:
Seis cálices; tres de plata sobredorada nuevos que costeó el
Sr. Infante D. Antonio, con sus patenas y dos cucharas, por haberse roto la
otra, que se haya custodiada; y los otros tres blancos, uno regular y los dos
muy viejos, también con sus patenas y cucharas iguales.
Una cruz procesional grande de plata con adornos sobredorados.
Otra cruz de parroquia muy pequeña, también de plata con un
óvalo dorado en medio.
Otra muy pequeña para el guión, también de plata.
Otra fuente o palangana de plata con la cruz de Calatrava en
medio; un plato pequeño y con vinajeras de lo mismo.
Un incensario de plata con naveta y cuchara de lo mismo que
costeó S.A.
Otro antiguo y viejo, pero servible.
Una custodia de plata sobredorada pequeña para las minervas.
Otra custodia de plata sobredorada pequeña guarnecida por un
lado con cinco órdenes de aljófar en los rayos y por otro con tres, y el
círculo del biril y la cruz con otra, y algunas piedras, un rubí y diamante, y
es de fundación de Doña Teresa Merino, viuda de Don Francisco Berzosa, y se
conserva con el reservado en el altar mayor.
Otra custodia grande de plata sobredorada que tiene un cáliz
por peana, para la festividad del Corpus.
Otra de bronce dorado con algunas piezas de
plata.
Un copón grande de plata sobredorada.
Otro más pequeño, también de plata sobredorada.
Otro de plata blanco.
Dos ciriales de plata y dos cetros de lo
mismo que costeó S.A.
Dos ampollas de plata, viejas, para los
óleos, con sus agujetas de lo mismo.
Otras dos de lo mismo para los óleos de
catecúmenos.
Una concha de plata para el Bautismo.
Una caja de plata para el Viático.
Una crucecita pequeña con dicha caja, de lo
mismo.
Un canuto de plata para la reliquia de San
Blas.
Seis blandones o candeleros grandes de plata para el altar
mayor en las festividades; antiguos pero de buena plata, y son de la fundación
de Don Juan Martínez de León.
Un atril de plata de dicha fundación.
Una sacra, la de en medio de plata, de la misma fundación.
Una cruz de plata pequeña y remates de estandarte de la dicha
fundación.
Una lámpara grande del altar mayor con una bandereta arriba,
todo de plata.
Una
paz de plata con una efigie de Ecce-homo.
Cabe
preguntarse qué fue de todos estos objetos durante la guerra civil de 1936,
muchos de las cuales fueron guardados en el convento de Religiosas
Concepcionistas de Clausura. ¿Se fundieron durante el incendio de la parroquia
o de la ermita del convento? ¿Las robaron las gentes durante el saqueo
posterior? ¿Se aprovechó algún avispado de aquellos momentos de confusión y
dramatismo? Seguramente nunca llegaremos a saber la verdad.
ENCONTRADOS RESTOS DE UN SOLDADO FRANCÉS
Es
sabido que los franceses nunca permitieron que sus soldados muertos fueran
inscritos en ningún registro español. No obstante, en un momento en que la
villa se vio libre de tropas invasoras, el presbítero Manuel Ruiz Constantino
hacía el siguiente apunte en el folio 233 vuelto del tomo 11 de Defunciones del
Archivo Parroquial.
En el cementerio de la Parroquial de la Fidelisima villa de
Manzanares, en el dia tres de Dicbre de mil ochocientos doce, se dio sepultura
a un cadaber que fue allado el dia primero del corriente en el termino y
jurisdicción de esta villa en el comedio de las casas quinterias que llaman
Navaseca y Casas del Rey, camino que de esta expresada villa vá a la de Villa
Rubia, el que fue reconocido por esta Real Justicia y no le encontraron
instrumento alguno en que acreditase quien era ,ni el devario que le guiaba; su
muerte fue violenta coma aparecia de las eridas que tenia en la cabeza, tambien
se echava de ver era militar estrangero por tener casaca azul con vueltas y
collarin encarnado.
NOTAS
1.-
Libro de Bautismos nº 23, folio 229. Archivo Parroquial de Nuestra Señora de la
Asunción de Manzanares.
2.-
Libro de Defunciones nº 9, folios 220 vuelto y 221. Archivo Parroquial de
Nuestra Señora de la Asunción de Manzanares.
3.-
Libro de Velaciones nº 11, folios 208 y 208 vuelto. Archivo Parroquial de
Nuestra Señora de la Asunción de Manzanares.
4.-
Libros de Defunciones nº 10, folio 134 vuelto y nº 11, folio 24. Archivo
Parroquial de Nuestra Señora de la Asunción de Manzanares.
5.-
Libro de Defunciones nº 11, folios 228 y 228 vuelto. Archivo Parroquial de
Nuestra Señora de la Asunción de Manzanares. En el testamento, realizado ante
su propio padre D. José Jiménez-Frutoso, escribano del número de la villa,
nombraba como único heredero de todos sus bienes y acciones a su marido Juan
Martín, pero con la condición de que únicamente pudiera venderlos, para atender
a su preciso alimento, después de haber vendido los suyos propios.
El
segundo matrimonio aparece inscrito en el Libro de Velaciones nº 12, folio
202 del Archivo Parroquial de
Nuestra Señora de la Asunción de Manzanares.
6.-
Libro de Defunciones nº 11, folio 244 vuelto. Archivo Parroquial de Nuestra
Señora de la Asunción de Manzanares.
7.-
Memorias para la Historia de la villa de Manzanares, provincia de La Mancha,
hasta el año de 1814. Manuscrito del archivo de la parroquia de Santa María del
Prado de Ciudad Real.
8.-
Libro de Defunciones nº 11, folio 248. Archivo Parroquial de Nuestra Señora de
la Asunción de Manzanares.
9.-
En la página 122 del libro Manzanares: Guerra de la Independencia, D. José
Antonio García-Noblejas cita el hecho, mencionando únicamente al guerrillero
Manuel García Calvillo, natural de Herencia.
10.-
Libro de Bautismos nº 29, folios 43 y 43 vuelto. Archivo Parroquial de Nuestra
Señora de la Asunción de Manzanares.
11.-
Las inscripciones de los bautizos de dos de sus hermanas aparecen en el Libro
de Bautismos nº 28. El de María Catalina aparece con fecha 27 de mayo de 1787;
el de María Teresa en el folio 156 vuelto, con fecha 22 de abril de 1789.
La
madre, Isabel Martín Maldonado falleció el 2 de diciembre de 1808, según consta
en el Libro de Defunciones nº 11, folio 170 bis, del Archivo Parroquial de
Nuestra Señora de la Asunción de Manzanares.
El
padre Alfonso Eugenia Cano falleció el 1 de septiembre de 1814, según consta en
el Libro de Defunciones nº 12, folios 16 y 16 vuelto, del Archivo Parroquial de
Nuestra Señora de la Asunción de Manzanares.
12.-
El abuelo, Alfonso Eugena casó en segundas nupcias con Teresa Cano González el
16 de agosto de 1753 y tuvo con ella seis hijos varones: Alfonso, Sebastián,
Antonio, Ventura, Francisco y José. Libro de Velaciones nº 8, folio 55. Archivo
Parroquial de Nuestra Señora de la Asunción de Manzanares.
13.-
Documento manuscrito, semidestruido, fechado en 1914. Caja de Documentos
Históricos. Archivo Municipal de Manzanares.
14.-
Memorias para la Historia de la Villa de Manzanares, Provincia de La Mancha,
hasta el año 1814. Archivo Parroquial de Nuestra Señora de la Merced de Ciudad
Real. Legajo 997.
15.-
Libro Registro de Defunciones nº 11. Folio 248. Archivo Parroquial de Nuestra
Señora de la Asunción.
16.-
Informes presentados a los Señores Compatronos de la Iglesia Parroquial por D.
Miguel Izquierdo, presbítero y Sacristán Mayor de la misma, fechados el 10 de
febrero y 6 de marzo de 1815. Archivo Parroquial de Nuestra Señora de la
Asunción de Manzanares.
No hay comentarios:
Publicar un comentario