ARTÍCULOS SOBRE LA HISTORIA DE MANZANARES

6 de mayo de 2012

ACCIDENTES DE AVIACIÓN EN MANZANARES (I)

Publicado en el número 349 correspondiente a septiembre de 2010

Surcar el espacio fue durante mucho tiempo un sueño imposible para el hombre. Los más osados intentaron volar imitando a los pájaros, usando alas elaboradas a base de madera y plumas, pero muchos pagaron con su vida el atrevimiento sin llegar a lograrlo. Por fin, durante el siglo XVIII se comenzó a experimentar con globos aerostáticos que, aunque lograban elevarse en el aire, resultaban difíciles de controlar. Ese problema se superó ya en el siglo XIX con la construcción de los primeros dirigibles, que seguían siendo bastante lentos, pero permitían un mínimo control de elevación y direccionamiento.
No será hasta principios del siglo XX cuando se produzcan vuelos rápidos en aparatos con alas. El 17 de diciembre de 1903 los hermanos Wright consiguieron hacer volar por primera vez un avión movido con motor de gasolina. (1) Desde aquel día la aviación no ha dejado de evolucionar, permitiendo el transporte de mercancías o personas a enormes distancias y a velocidad supersónica. Muchos han sido los éxitos de la aeronáutica en el siglo pasado, pero hasta lograr el perfeccionamiento de los aviones, combustibles y técnicas de vuelo, hubo que pagar un fuerte tributo en vidas humanas. Sólo en Manzanares tuvieron lugar, en el plazo de ocho años, tres accidentes mortales que ocasionaron cuatro víctimas.

PRIMER ACCIDENTE
El primer accidente ocurrió hacia las 12,40 horas del día 28 de enero de 1931, pocos meses antes de proclamarse la II República. Fue protagonizado por un avión de la escuela de vuelo que la Compañía Española de Aviación tenía en Albacete. (2) Se trataba de un aparato de entrenamiento, modelo Avro 504-K, con motor Clerget 9B de 130 CV, que había volado en ejercicio de prácticas hasta el aeropuerto de Daimiel. (3)  Durante el regreso le falló el motor a la altura de Manzanares. El alumno tripulante planeó como pudo e intentó realizar un aterrizaje de emergencia, pero chocó con la línea telegráfica y cayó violentamente al suelo. El impacto se produjo junto a la vía férrea, frente a la bocana por donde los vagones entraban y salían a la bodega “El Águila”. (4)
El avión estaba pilotado únicamente por el teniente de Ingenieros D. José García Jauret, quien sufrió fractura de la columna vertebral y del fémur derecho. (5) Ayudado por un carabinero y varios obreros ferroviarios, fue rescatado del amasijo de cables, hierros y maderas y llevado urgentemente a la Casa de Socorro. El doctor D. Matías Camacho Ruiz-Escribano, tras comprobar la gravedad de las heridas, ordenó su inmediato traslado al Hospital Municipal. Una vez allí, el cirujano D. Fidel Gascón confirmó el diagnóstico de su colega, desestimando cualquier intervención quirúrgica. Sin que los médicos pudieran hacer nada por salvarle la vida, el joven oficial, de veintiséis años de edad, falleció a las 10 horas del día 29. Cuando comunicaron la noticia a su base, desde Madrid y Albacete se desplazaron hasta Manzanares Jefes Militares y compañeros del finado. Sus padres viajaron en tren desde Cádiz, donde residían.

Avión modelo Avro 504-K
Por iniciativa del alcalde, D. Máximo González-Nicolás Díaz-Pinés, el ayuntamiento se ofreció a costear el funeral de primera clase con cabildo y papelillo, el entierro y la sepultura perpetua del malogrado piloto. Al mismo tiempo se dirigía al vecindario el siguiente bando: (6)

AL PUEBLO DE MANZANARES
Una nueva víctima hay que añadir a la gran lista que constituye el martirologio de la Aviación Española: el teniente García Jauret, que, en el día de ayer, cumpliendo con su deber, sufrió un accidente del que ha sucumbido en este día. Sus restos descansarán en esta tierra manchega, cuna de toda hidalguía, cuyos hijos se encargarán de rendir al caballero del Aire los tributos que le son debidos.
El Ayuntamiento de mi presidencia ha adoptado las medidas necesarias para que los restos del infortunado aviador descansen en el lugar que le corresponden de este Cementerio Católico con los honores fúnebres correspondientes a su categoría.

Espera esta alcaldía que el pueblo de Manzanares sabrá demostrar en esta ocasión, como en otras semejantes, los altos ideales que le animan de amor a la Patria y a la Ciencia, acudiendo en masa al entierro que será presidido por el Ayuntamiento, expresando así su sentimiento por la pérdida que supone para la gloriosa aviación militar española la muerte del teniente García Jauret.
Manzanares 29 Enero 1931
El alcalde: Máximo González

El día 30 de enero tuvo lugar el entierro. El pueblo en masa se hizo eco de la petición del alcalde y llenó las calles que había de recorrer el cortejo fúnebre. Incluso los alumnos del colegio de Maristas y academia Santo Tomás cesaron sus clases para dar el último adiós al joven piloto.
El féretro fue conducido en brazos de sus compañeros desde el hospital a la ermita de la Virgen de Gracia, donde era costumbre rezar un último responso, y de allí al cementerio municipal. La manifestación de duelo fue tan impresionante que uno de los oficiales comentó: No he visto ni he sentido emoción tan grande como la hermandad de sentimiento y pesar que nos ha ofrecido el pueblo de Manzanares.
Entre las personalidades que asistieron al sepelio se encontraba la Corporación Municipal en pleno, secretario municipal y Juez de Primera Instancia. La representación oficial, desplazada desde Madrid, estaba formada por D. Enrique Benedicto García, general de Brigada de la Guardia Civil; D. José María Aymat Mareca, teniente coronel Jefe de Escuadras de Vuelo; D. Mariano Puig Quero, comandante médico; D. Francisco Iglesias Brague, capitán inspector, y D. Fernando Primo de Rivera Sáez de Heredia, teniente. Asimismo, velaron y escoltaron el féretro del Sr. García Jauret los capitanes profesores D. Ismael Warleta Quintana y D. Juan Bono Boix, junto a veintidós alumnos de la escuela de vuelo de Albacete. (7)

Tumba de D. José García Jauret en el Cementerio Municipal de Manzanares
Con motivo de aquella tragedia, el pueblo de Manzanares tuvo ocasión de demostrar su patriotismo e hidalguía. Tales sentimientos fueron reconocidos por parte del rey Alfonso XIII, que ordenó se diesen las gracias en su nombre al Ayuntamiento de Manzanares, por su distinguido proceder con ocasión del accidente de aviación que causó la muerte del Teniente de Ingenieros D. José García Jauret, y se expresara a la Corporación Municipal el reconocimiento del Ejército por sus acuerdos de asistir al entierro del citado oficial y costear la sepultura donde descansaban sus restos. (8)

NOTAS
1.- Los estadounidenses Orville y Wilbur Wright eran unos excelentes mecánicos que comenzaron con un taller de bicicletas. Su tenacidad y afán por la investigación los llevaron a ser los primeros en realizar un vuelo a motor.
2.- Desde 1924 la formación de pilotos militares se encomendó a la Compañía Española de Aviación Civil LA CEA se trasladó en 1927 desde el pequeño campo de La Torrecica a un terreno de cincuenta hectáreas en la finca Los Llanos, donde construyó un campo de vuelos y un conjunto de instalaciones auxiliares inauguradas oficialmente el 27 de abril de 1929.
3.- El Avro 504-K era un avión biplano, fabricado en Inglaterra. Aunque era un aparato para entrenamientos podía armarse con una ametralladora Lewis (calibre 0.303 pulgadas) montada sobre las alas superiores.
4.- D. Rufo Díaz-Pintado López de Los Mozos, quien contaba entonces siete años y vio los restos del avión, recordaba que el impacto tuvo lugar en la misma vía, frente a la bocana abierta para la entrada y salida de vagones a la bodega “El Águila”, muy cerca del paso a nivel de la antigua carretera nacional Madrid-Andalucía. Carta mecanografiada fechada el 11 de enero de 1998.
5.- D. José García Jauret nació el 9 de septiembre de 1904 en Jaén. Era hijo de Manuel y Trinidad. En 1922 ingresó en la Academia General Militar donde obtuvo su rango de teniente. Su primer destino fue como teniente en el Batallón de Ingenieros de Melilla. Tras su paso por la Escuela de Combate y Bombardeo de Los Alcázares, en agosto de 1929 se le nombró observador de aeroplano y estaba a punto de conseguir su título de piloto cuando ocurrió el accidente. Expedientes personales del finado procedentes del Archivo General Militar de Segovia y Archivo General e Histórico del Aire.
6.- Periódico El Pueblo Manchego del 30 de enero de 1931. Ciudad Real y Libro Registro de Defunciones nº 27, folio 272. Archivo Parroquial de la Asunción de Nuestra Señora.
7.- Periódico El Pueblo Manchego del 31 de enero de 1931. Ciudad Real.
8.- Anexo a la Hoja de Servicios del teniente de Ingenieros D. José García Jauret. Archivo General Militar de Segovia.










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