Publicado en el número 339, correspondiente a
septiembre de 2009
La
ausencia de documentación fiable sobre el famoso encuentro del párroco
Sotomayor con un general francés, en 1808 o 1809, ha dado lugar a todo tipo de
especulaciones, suposiciones y hasta atribuciones milagreras por quienes han
querido hacer de aquel suceso el principal acontecimiento histórico de
Manzanares.
La
transmisión oral del hecho, de unas personas a otras a través del tiempo, ha
desvirtuado hasta tal punto la realidad que ya nadie es capaz de separar el
mito de la verdad.
Imagen de Jesús del Perdón luciendo el fajín del general francés |
En
una de mis investigaciones recientes encontré una referencia escrita sobre el
particular, prácticamente desconocida, publicada en el periódico local “El
Relámpago” correspondiente al 6 de enero de 1889. (1) Estaba firmada por “Un
aficionado a la Historia”, quien tuvo referencias bastante cercanas, al haber
transcurrido únicamente ochenta años desde el evento.
Al
haber sólo tres generaciones de distancia biológica, supuse yo que la
degeneración en la comunicación verbal sería todavía pequeña. El hecho de citar
como protagonista al general Horace Sebastiani, cuando durante casi todo el
siglo siguiente se había estado dudando entre los generales Vedel y Liger
Belair, inspiró en mí cierta credibilidad inicial, que se evaporó rápidamente
al analizar otras disparatadas afirmaciones del autor.
Reproduzco
a continuación la parte del artículo periodístico que se refiere al asunto:
RECUERDO
HISTÓRICO
.…perdón
que otorgó a este vecindario el general Sebastiani que mandaba en jefe las
tropas francesas de Castilla la Nueva, en un día de doloroso recuerdo para esta
población, debiéndose en todo, sin la cooperación de nadie, la magnanimidad de
aquella acción a su virtuoso párroco, D. Pedro Álvarez de Sotomayor, a cuya
memoria se ha proyectado en numerosas ocasiones levantar un monumento que
perpetúe el recuerdo de aquel suceso y de las virtudes de tan preclaro varón,
sin que hasta ahora se haya hecho nada eficaz para realizarlo.
Y
ya que por incidencia evocamos este recuerdo no terminaremos estos apuntes sin
consignar lo que millares de veces hemos oído a nuestros mayores sobre una
banda verde que en las grandes solemnidades
religiosas adorna la hermosa imagen escultural de Nuestro Padre Jesús
Arrodillado del Perdón. Refiérese que postrado de rodillas el párroco Sotomayor
ante el general Sebastiani implorando perdón para los habitantes de Manzanares,
y sintiéndose el general impulsado a concederlo por una fuerza interior
irresistible, que él no se explicaba, le preguntó: ¿Quién os ha inspirado esos
ruegos y actitud que así me conmueven?
Contestándole
el venerable sacerdote: El patrón de este pueblo, Nuestro Padre Jesús del
Perdón.
Llevándole
a la ermita en que se venera su imagen se postró ante ella también de rodillas
el general francés, y quitándose la banda que llevaba al pecho la entregó al
párroco Sotomayor como prenda del absoluto perdón que concedía por sus ruegos a
los habitantes de Manzanares.
Esta
banda la conserva la Cofradía de Nuestro Padre Jesús del Perdón en gran estima
como testimonio de su protección y sólo en los días de grande solemnidad
religiosa o acción de gracias, por haber librado al pueblo de alguna calamidad,
adornan con ella la imagen para perpetuar así el recuerdo de un día glorioso
para Manzanares.
Un
aficionado a la Historia
Análisis
del escrito:
1.-
Asegura que uno de los protagonistas del encuentro fue el general Horace
Sebastiani, cuestión que, seguramente por desconocimiento de esta fuente, ha
mantenido en el error a otros aficionados y escritores durante más de un siglo,
al imaginar que se trataba de Vedel o de Liger-Belair. Finalmente la figura de
Sebastiani fue retomada por D. José Antonio García-Noblejas al situar los
hechos en el contexto adecuado, si bien todavía no se ha podido comprobar tal
extremo de forma irrefutable.
2.-
¿Qué trata de decir el articulista cuando afirma que Sotomayor salió al
encuentro del francés sin la cooperación de nadie? ¿Acaso sugiere que no
estuvieron de acuerdo con su decisión las demás autoridades de la villa?.
3.-
¿Tiene sentido que Sotomayor saliera al encuentro sin acompañarse de ninguna
imagen y que el general francés se desplazara hasta la ermita de la Veracruz
para conocer a Jesús Arrodillado?
4.-
Si hemos de creer este relato, Sebastiani entregó a Sotomayor su banda
pectoral, no su fajín; es decir que tampoco lo impuso a la imagen
personalmente.
5.-
Según se desprende del citado escrito, Jesús Arrodillado, con su advocación del
Perdón, era ya Patrón de la villa cuando se produjo el encuentro. Absolutamente
increíble.
Una
vez más se reproduce la ceremonia de la confusión. Las imprecisiones de esta
fuente la descalifican completamente y muestran, una vez más, el escaso, más
bien nulo, valor de la tradición oral, aunque en este caso manifestada por
escrito, a la hora de enjuiciar con rigor determinados hechos históricos y la
cautela con que deben ser tomadas estas insensatas informaciones.
NOTAS
1.-
Periódico El Relámpago número 9, correspondiente al día de 6 de enero de 1889.
Manzanares. Fundado por José López de Pablos Camuñas y dirigido por Alfonso
Carrión Vega.
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