Publicado en el número 340, correspondiente a octubre
de 2009
El
primer día del pasado mes de julio se presentó en la Biblioteca Municipal “Lope
de Vega” el folleto titulado 800 Años de Historia de Manzanares promovido y
financiado por la Concejalía de Turismo del Ayuntamiento.
Comprendo
y valoro en su justa medida la gran dificultad que encierra realizar un trabajo
de síntesis divulgativa como el que llevó a término el doctor en Historia D.
Juan Ramón Romero Fernández-Pacheco, enlazando y comprimiendo los datos, ya no
tan escasos pero sí bastante dispersos, existentes sobre nuestro pasado
colectivo; primero como lugar, luego como villa y finalmente como ciudad.
Felicito, sinceramente, al autor del texto, así como a los fotógrafos aéreos y
terrestres que lo ilustraron con preciosas imágenes.
No
obstante, al leer sus 120 páginas, junto a las acertadas afirmaciones y
didácticos enfoques sobre la evolución de nuestro pueblo, he detectado algunas
imprecisiones y errores que me permitiré señalar en aras de la verdad, a fin de
evitar que personas no iniciadas puedan aprender mal ciertos aspectos de la
Historia local, o se copien y difundan las inexactitudes en otros medios.
He
de aclarar que, desde mi condición de amateur en Historia, no pretendo en
absoluto restar méritos a mi brillante paisano y menos competir con él en nada.
Se trata, sin duda alguna, de un profesional en su materia. Yo lo soy también,
pero en la enseñanza del Análisis Químico, un tema completamente distinto.
Desde
la humildad, pero también desde el conocimiento que me aporta el estudio de
otros autores fiables y mi propia labor investigadora, entremos en materia.
1.-
En la página 34, líneas 25 a 27, indica que la Casa de la Tercia estuvo en la
calle de La Tercia actual.
En
realidad, la Casa de la Tercia tenía su entrada principal en la calle
Villarreal, pero la portada por donde los campesinos pasaban con sus carros
para entregar los diezmos en especies, y por donde salía la tercera parte que
correspondía al arzobispado de Toledo, estaba en la parte trasera de la casa,
en la calle paralela que las gentes empezaron a llamar calle de la Tercia por
resultarles más familiar. En este sentido consultar el trabajo Los antiguos
nombres de las calles, página 66 de Jerónimo Lozano García-Pozuelo. CD
conservado en la Biblioteca Municipal, sección local.
2.-
Página 60, línea 20.
En
cuanto a las tres puertas existentes en la muralla de lo que fue lugar y
posterior villa, posiblemente sea nuestro paisano Jerónimo Lozano
García-Pozuelo quien más ha reflexionado “in situ” sobre el asunto. En su
trabajo sobre Los antiguos nombres de las calles de Manzanares afirma, que una
de las puertas, que señala en el plano como “del este”, se encontraba junto al
edificio conocido vulgarmente por el “Pajarón”, en la calle Prensa (números
pares), tramo comprendido entre plaza del Castillo y Villarreal. Escribe que,
en 1994, cuando hizo su estudio, todavía quedaba un testigo en forma de pilar
que, según él, sustentó la puerta de las murallas llamada de San Pedro, al
Saliente. La Portada Norte de las Murallas, la sitúa en el callejón del
Ejército, que actualmente enlaza las calles Reyes Católicos con Iglesia. La
tercera y última puerta, denominada de poniente, la posiciona el Sr. Lozano en
la actual Plaza de Santa Cruz.
Esta
opinión concuerda sólo parcialmente con la expuesta por el arquitecto Diego
Gallego Fernández-Pacheco, quien publicó en el número 140 de la revista
Siembra, página 48, un plano hipotético de Manzanares en el siglo XIV. En el
mismo sitúa una puerta de la muralla en la confluencia de las calles Jesús del
Perdón e Iglesia. La segunda la ubica en la calle del Carmen y la tercera en la
Plaza de Santa Cruz.
Los
autores de ambas hipótesis no explican en qué datos basan sus deducciones, por
consiguiente no parece que tengamos, a día de hoy, grandes certezas en este
punto.
3.-
Página 66, línea 12.
Que
la primitiva iglesia del lugar de Manzanares no tiene nada que ver con el
actual templo parroquial de Nuestra Señora de la Asunción está fuera de toda
duda. Ya Inocente Hervás y Buendía (párroco que fue de esta ciudad) en su
Diccionario Histórico, Geográfico, Biográfico y Bibliográfico de la Provincia
de Ciudad Real, nota 2 de la página 395, cita que Frey Martín Sánchez
Manzanares, del hábito de Calatrava, pasó el Santísimo Sacramento de la iglesia
vieja, después convento del Carmen, a la nueva en 1520.
Asimismo,
en su artículo titulado Los moriscos de Manzanares y el 16 de Agosto de 1600,
publicado en el programa de Ferias de 1998, el doctor en Historia Juan
Díaz-Pintado Pardilla expone como el párroco don Alonso Torrecilla oficiaba
misa los domingos y festivos, en exclusiva para moriscos, utilizando la vieja
iglesia parroquial situada en las inmediaciones de la calle Zacatín donde
residían.
4.-
Página 68, línea 16.
Alude
a “la Marquesa de Las Salinas (apellidos Chacón, Salinas y Jonte)”.
No
se debe confundir el Marquesado de las Salinas del Río Pisuerga con el de
Salinas, de origen siciliano (Palermo).
El
último marqués de tal nombre con residencia en Manzanares fue Agatino (no
Agapito) Chacón-Salinas Castelli y nunca existió (salvo como consorte) marquesa
de Salinas, ni de las Salinas, puesto que, desde tiempos de Alfonso X, las
mujeres no podían heredar los títulos nobiliarios mientras hubiera varones en
la familia, por lejana que fuera.
En
cuanto al nombre de su única hija fue el de Manuela Chacón-Salinas del
Forcallo, señora de Jonte, por estar casada con Manuel González de Jonte y
Corradi, militar y profesor de equitación de los hijos de Alfonso XIII.
La
genealogía del marqués de Salinas fue analizada detalladamente por José Antonio
García-Noblejas y García-Noblejas y expuesta en la página 281 de su libro
Manzanares, Guerra de la Independencia.
5.-
Página 78, líneas 8 a 10.
Parece
deducirse de la redacción del texto que la antigua ermita de Nuestra Señora de
Gracia es la misma que la iglesia parroquial de Nuestra Señora de Altagracia.
Es preciso aclarar que la antigua ermita fue destruida, casi en su totalidad
(sólo quedó en pie el atrio y alguna muralla exterior) con motivo del proceso
revolucionario que siguió al golpe militar de 1936. Durante décadas el solar
estuvo en ruinas hasta que en junio de 1973 se iniciaron las obras del actual
templo, que se abrió al culto el 12 de octubre de 1975.
Por
otra parte, no existen datos ciertos sobre la fecha de inauguración de dicha
ermita, aunque esté documentada la existencia de una cofradía con el nombre de
Nuestra Señora de Gracia en 1493. Tras varios años de construcción la fecha más
probable de apertura al culto es 1510.
En
este sentido consultar el documentado trabajo Cofradía de Altagracia de
Jerónimo Lozano García-Pozuelo. CD conservado en la Biblioteca Municipal,
sección local.
Ver
también artículo Religiosidad popular en Manzanares en las épocas medieval y moderna.
Ermitas y Hospitales, de Esther Almarcha Núñez-Herrador y Enrique Herrera
Maldonado, publicado en la revista de Ferias (FERCAM) de 1996.
6.-
Página 80, líneas 13 a 15.
La
inauguración del abastecimiento de aguas procedentes del manantial de Siles no
data de 1905, sino que se remonta a mayo de 1873. Ver artículo Agua de Siles en
páginas 90 y 91 de la revista Siembra nº 142. Antonio Bermúdez García-Moreno.
Por
otra parte, la inauguración de la canalización de las aguas procedentes de “Los
Romeros” tuvo lugar el 20 de julio de
1923, mientras los primeros sondeos en “Las Carniceras” se realizaron entre
1944 y 1945 cuando, a causa de la pertinaz sequía, el pozo de los Romeros no
aportaba suficiente caudal.
Las
referencias documentales del abastecimiento de aguas potables a Manzanares
pueden verse en las páginas 178 a 198 de mi libro Manzanares bajo el reinado de
Alfonso XIII (1902-1931), en versión CD, y en la página 257 del tomo I de mi
obra Manzanares bajo el franquismo (1939-1953).
7.-
Página 89, última y penúltima líneas.
La
actual “residencia de ancianos de la Milagrosa” (sic), ubicada en la calle
Alfonso Mellado, donde antes estuvo el hospital municipal de Manzanares, no
tiene nada que ver con el antiguo hospital de Nuestra Señora de Altagracia. La
Casa de Caridad y Asilo de Pobres, origen de lo que después sería hospital
municipal, y luego residencia de ancianos, se empezó a organizar el año 1818
tardando años en consolidarse, mientras el hospital de Nuestra Señora de
Altagracia se creó en 1484 por el titular de la encomienda Alonso de Ávila (o
Dávila), en un edificio situado en la esquina de la calle del Carmen con la
Plaza del Castillo.
Ver
artículo de Juan Díaz-Pintado Pardilla titulado La asistencia hospitalaria en
Manzanares a finales del XVIII, publicado en el periódico Canfali del 12 de
julio de 1991. Ver asimismo artículo Una cofradía hospitalaria en Manzanares.
Santa María la Mayor o Nuestra Señora de Altagracia, publicado en el Programa de
Semana Santa de 2009, cuyos autores son Carlos Fernández-Pacheco Sánchez-Gil y
Concepción Moya García.
Para
más información y referencias documentales sobre la creación y evolución del
hospital municipal durante el siglo XX, ver también páginas 345 a 352 de mi
libro Manzanares bajo el reinado de Alfonso XIII (1902-1931), en versión CD.
8.-
Página 90, línea 24.
Las
escuelas de Alta Gracia nunca estuvieron con tal nombre en el grupo Teatro. El
grupo Teatro, construido gracias a la política de impulso a la educación
pública desarrollada por los alcaldes liberales D. Antonio Rubio-Manzanares y
D. José Criado, se abrió el curso 1915/1916. Por su parte, el Colegio Nacional
mixto “Altagracia” se inauguró el 11 de julio de 1969 por Eugenio López y
López, Director General de Enseñanza Primaria, siendo alcalde Pedro Capilla
Díaz de Lope Díaz, en el solar que ocupara el antiguo campo de fútbol con
entrada por la calle Alfonso Mellado. En los nuevos locales se establecieron
las aulas de los ya desgastados y obsoletos grupos Teatro y Corral de Concejo
que desaparecieron definitivamente.
Más
detalles y referencias documentales pueden encontrarse en las páginas 321 a 328
de mi libro Manzanares bajo el reinado de Alfonso XIII (1902-1931), en versión
CD, y en la página 164 del tomo II de mi obra Manzanares bajo el franquismo
(1953-1975).
9.-
Página 106, líneas 8 a 12.
Las
clases dominantes, desde el punto de vista económico, se concentraban
fundamentalmente en el partido Conservador, aunque también había grandes
propietarios e industriales en el partido Liberal.
Nunca
existió el citado Club Republicano, sino la Tertulia Republicana, organizada
hacia 1904 en el propio domicilio particular de José María Rodríguez Medina,
calle Carrilejo 2. Con objeto de extender su influencia sobre las masas obreras
dieron vida en 1910 a la Institución Republicana de la Enseñanza de la
Agricultura, origen de lo que posteriormente sería la Casa del Pueblo,
inaugurada el 6 de enero de 1912. Los fundadores republicanos, desplazados por
los socialistas, abandonaron la institución, pero nunca se incorporaron como
grupo compacto organizado a ningún casino de los varios que existían. El grupo
republicano se deshizo hacia 1921 por discordias internas y no reapareció hasta
1930 como Partido Republicano Radical Socialista, de cara a las elecciones
municipales que trajeron la II República.
La
evolución de las agrupaciones políticas y sindicales con sus referencias
documentales puede verse en las páginas 35, 266 y 455 de mi libro Manzanares
bajo el reinado de Alfonso XIII (1902-1931), en versión CD.
10.-
Página 106, línea 13.
Los
luctuosos acontecimientos que tuvieron lugar en la Plaza no ocurrieron en
agosto de 1917 como indica, sino el domingo 24 de septiembre de 1916 con motivo
de una huelga de vendimiadores. La respuesta de la Guardia Civil a la algarada
ocasionó dos muertos, dos heridos graves y varios más de diversas
consideraciones. La desproporcionada represión que se aplicó posteriormente a
las clases obreras hizo que la huelga general de 1917 no tuviera repercusión en
Manzanares.
El
relato detallado de los hechos y sus referencias documentales pueden verse en
las páginas 287 a 293 de mi libro Manzanares bajo el reinado de Alfonso XIII
(1902-1931), en versión CD.
11.-
Página 108, líneas 20 a 24.
Antes
de constituirse la sociedad “Ayala y Juan” y edificar su moderna fábrica en la
Carretera de Andalucía, el empresario valenciano Manuel Juan López (natural de
Enguera) ya explotó hacia 1885 otra fábrica de harinas más modesta, movida a
vapor, en la calle del Río.
A
la primera generación de alcoholeros, que inició su actividad en el último
tercio del siglo XIX o principios del XX, pertenecen, además de la firma
Jiménez & Lamothe, los industriales Diego Martín de Bernardo Quevedo, Juan Narciso Manzuco, Reín y Cía, Alfonso Rubio-Manzanares, etc. Concas e Islas
pertenecen a una segunda o tercera generación.
Ver
páginas 111 a 117 de mi libro Manzanares bajo el reinado de Alfonso XIII
(1902-1931), en versión CD.
12.-
Página 108, líneas 1 a 3.
La
firma Jiménez & Lamothe fue adquirida por la firma Larios y Cía en mayo de
1917, no en 1920. Cerró exactamente el 30 de junio de 1961, no a finales de la
década de los sesenta.
Ver
página 120 de mi libro Manzanares bajo el reinado de Alfonso XIII (1902-1931),
en versión CD, y página 145 del tomo II de mi obra Manzanares bajo el franquismo
(1953-1975).
13.-
Página 110, línea 12.
No
conozco ningún vino de la Cooperativa Nuestro Padre Jesús del Perdón con la
marca “El Tempranillo”. Acaso quiera citar la variedad de uva tempranillo,
también llamada cencibel, con la que se elabora la mayor parte de los tintos
manchegos.
14.-
Página 110, líneas 21 y 22.
La
calderita de vapor de la Eléctrica de Manzanares fue, casi desde la creación de
la fábrica, incapaz de satisfacer la creciente demanda de electricidad. En
1904, tras el tendido de una línea trifásica entre Ruidera y Manzanares,
comenzó a comercializarse energía hidroeléctrica para atender a los clientes
locales. En mayo de 1907 fue cuando Diego Martín de Bernardo Quevedo, por
entonces propietario de todas las acciones, vendió la empresa a Sedano y
Compañía.
Ver
página 149 de mi libro Manzanares bajo el reinado de Alfonso XIII (1902-1931),
en versión CD
15.-
Página 110, línea 25.
El
matadero de Buenaventura Sánchez-Cendal se abrió el año 1873 en Manzanares, en
la finca nº 20 de la calle del Río. Cuando los propietarios decidieron
construir unas nuevas instalaciones, inauguradas en enero de 1915, lo hicieron
en el término de Membrilla, ya que las tasas a pagar por el sacrificio de cada
cerdo eran menores en el pueblo vecino y no hubo acuerdo posible con las
autoridades de Manzanares. A pesar de todo, las oficinas comerciales siguieron
estando en nuestra ciudad, dirigidas entonces por Clementa Fernández Aliende,
viuda del Sr. Sánchez-Cendal, y sus hijos.
Ver
páginas 152 a 154 de mi libro Manzanares bajo el reinado de Alfonso XIII
(1902-1931), en versión CD.
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